𝕻𝖗ó𝖑𝖔𝖌𝖔

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Corre. La bestia no se detendrá.


Huye. Su hambre jamás se sacia.


Escóndete. Pero volverá en algún momento.


Llora. El mundo será devorado.


Pelea. Al final acabará contigo.


Grita. Igual, nadie va a salvarte.


Puedes hacer lo que te venga en gana, pero la bestia encontrará la manera de tenerte entre sus garras y devorarte, su furia es implacable y su fuerza descomunal es increíbles. Puede describirse como la mismísima mascota de Satanás.

El Japón tal y como todos lo conocen se fue, se les fue arrebatado a sangre fría por una bestia

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El Japón tal y como todos lo conocen se fue, se les fue arrebatado a sangre fría por una bestia.

Todo lo que una vez la humanidad construyó, el enorme ser sediento de caos lo destruyó como si nada, reduciendo al país en solo escombros.

Nadie sabe de dónde vino, tal vez las puertas del infierno se abrieron para que ese demonio saliera a jugar y atemorizar al mundo entero.

Quizás es de otro planeta, otra dimensión ¿quién podría saberlo? Lo único que saben es que aparece en cualquier ciudad del Japón al azar y la destruye, reduciendo los edificios más grandes a nada, dejando un desierto donde una vez hubo bullicio y después de saciar su apetito de destrucción, se va, desaparece y la paz vuelve, pero tras veinticinco días, la pesadilla se repite.

Poco a poco se convirtió en una rutina con la que se lidiaba día con día.

Nadie sabe a que hora comenzó el ataque, cuanto fue su duración o a que hora terminó, simplemente saben que era un día completamente normal, cada persona se dedicaba a hacer sus labores y actividades diarias en la ciudad de Musutafu. En dicha ciudad casi nunca hay desastres naturales, pero ese día, pequeños temblores comenzaron a sentirse en el suelo que pisaban, sin darse cuenta, aquella cosa apareció entre los árboles a las afueras de la ciudad.

La bestia es deforme, la muy maldita carece de ojos, pero lo compensa con su gran sentido del olfato, poderosos dientes afilados capases de pasar a través del metal, grandes orejas similares a las de un conejo y la parte superior de sus sesos está expuesta. Parece un mal chiste de la naturaleza, una cosa que gracias a contacto con desechos radioactivos pudo aver mutado hasta llegar a convertirse en el monstruo que muchos tienen en su campo de visión.

Apocalíptica [Bakudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora