Prólogo

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No sé sabía si es que aquella chica era mujer o hombre, vistiendo ropas de mujer pero con corte de hombre, era confuso

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No sé sabía si es que aquella chica era mujer o hombre, vistiendo ropas de mujer pero con corte de hombre, era confuso.

La chica talvez oyó de Cruella, pero jamás se la había topado frene a frente.

Terminando de bordar aquella pequeña prenda, dejo su hilo y aguja a un lado, para terminar de vestir aquella muñeca, y entregarla a la clienta de enfrente, hace unos días que le encargaron bordar su pequeña ropa con un nombre de al parecer una niña.

— gracias por venir — agradeció la chica con una sonrisa

La mujer pago y agradeció para después darse media vuelta y salir de aquel pequeño lugar.

Después de las noticias de que Cruella murió, la chica se había estado esforzando más para sacar su tienda adelante, los clientes eran menos y cada vez tenía menos fondos para la tienda, hace poco que se cambió a una tienda más pequeña para su pequeña hermana menor, la cual estaba en una pequeña primaria pública, pero aún así tenía que pagar.

Suspiro y cerró la tienda, ya era de noche, ya al cerrarla se dió media vuelta y dió un pequeño brinco.

— Dios!, No vuelvas a hacer eso Estefani! — hablo la chica tocándose el pecho por el pequeño susto le había dado la niña

— lo siento! Es que, quería que me enseñarás a hacer galletas — murmuró la niña

La chica sonrio y alzó su mano diciéndole a la niña que la tomara, la niña al hacer esto la más grande la llevo a la cosina, enseñándole a hacer galletas.

Al terminar la chica recogió todo el desastre, con ayuda de la niña, pasándole algunas cosas.

No vivían en una casa lujosa, tampoco vivían entre cartones, la chica se las arreglaba para poder pagar la luz, el agua, todo lo necesario para sobrevivir en esa pequeña casa, aún así, tenía varios trabajos mié tras su pequeña hermana estaba en la escuela.

Sus padres? Su papá las abandono, su mamá callo en depresión y se fue con un hombre rico, abandonando las al igual que su padre, para ellas, lo de todos los días.

— es hora de dormir Estefani — le dijo la mujer

— pero no tengo sueño! — se quejo la niña

— mañana tienes escuela, y yo tengo que ir a trabajar — le dijo a la menor.

La niña hizo un puchero y se acostó en su cama, con su pijama que le hizo su hermana mayor.

— Descanza — dijo dándole un pequeño beso en la frente a la menor

La niña se durmió y la mayor fue a su estudio, dibujando bocetos de varios de sus vestidos, agarro telas y empezó a coser, después dejo la mitad de el vestido en aquel maniquí para irse a dormir.

Un chico pasaba por por aquella tienda, y vio aquel vestido, sonrió y siguió caminando.

Un chico pasaba por por aquella tienda, y vio aquel vestido, sonrió y siguió caminando

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Cruella | x Female Reader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora