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Era el año 1997, un pequeño niño yacía sobre una pequeña camilla blanca mientras lloraba, junto a una señora más mayor, de una mediana edad. Señora Jeon.

El chiquillo seguía llorando sin parar, hasta que su mano encontró la de su madre y se calmó de inmediato, el calor que le transmitió aquella caricia era indudable que era la de su progenitora.

Aquello hizo que la señora se rompiese aún más, tras ella estaba un médico que le acariciaba la espalda.

Y tras aquel nacimiento, la vida de Jeon Jungkook no fue de lo más fácil.

Y tras aquel nacimiento, la vida de Jeon Jungkook no fue de lo más fácil

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-¡Jeon Jungkook! -Gritó un hombre mayor.

-Ya voy jefe -Contesté con rapidez.

Corrí por las callejuelas de Seúl, chocando con alguna que otra caja de por medio, mi jefe, el señor Yang, me estaba esperando en la otra esquina para el siguiente reparto.
Junto a mi bastón, mis piernas se movían rápidamente mientras que extendía la otra mano para notar que no había objetos a mi alrededor.

Llegué allí con la respiración entrecortada pero mis labios se extendieron en una sonrisa al haber llegado en buen estado.

-Has mejorado Jeon, la última vez te quedaste tirado en el suelo. -Él se rió suavemente. -Estoy orgulloso.

-Me alegro de que este orgulloso de mí, señor. ¿Hay que realizar otro reparto?

-No, puedes marcharte ya, hijo, ten cuidado en la calle. -Posicionó su mano en mi hombro y dio varias palmadas. -Ah Jeon, ya no hace falta que vengas hasta el próximo mes, ya te avisaré.

-Tendré cuidado señor, tenga una buena tarde, ¡adiós! Y gracias por el descanso. ¡Hasta el próximo mes! -Hice un reverencia y me marché.

Con mi bastón iba tocando cada rincón para no perderme ni caerme, esto ya lo habia realizado desde la secundaria, desde que mamá murió. Cuando ella se fue, tuve que hacerme independiente, por eso ahora, trabajo de medio tiempo haciendo repartos y vivo en un pequeño apartamento cerca de por aquí que tiene de todo.
Tampoco tengo a quien recurrir, casi toda mi familia está bajo tierra -al menos de la que sé-, mi mamá murió debido a un cáncer, mi abuela de vieja junto a mi abuelo, y de mi padre...De mi padre no sé nada, se marchó cuando yo ni siquiera tenía conciencia, aún sabiendo de mi condición decidió marcharse.

Estaba tan metido en mis pensamientos que no noté que choqué con una persona y que incluso me gritó.

-¡Eh! Mira por dónde vas. -Me gritó un chico joven.

-Perdona, no puedo mirar, soy ciego. -Respondí sinceramente.

-¿Te estas riendo de mí?

-No, de verdad que soy ciego. -Moví el palo.

-Oye -Me empujó y choqué contra una pared-, dejate de burlas conmigo.

De un momento a otro, sentí como las manos del chico se separaban de mis hombros y escuché algunos gritos de personas como "Ohh" "Uhh".

-¿No te dijo que era ciego? Ve y márchate de aquí idiota, que no te vuelva a ver por aquí. -Era la voz de otro chico, pero esta sonaba más suave. -¿Estás bien?

-Y-Yo estoy bien, gracias...-Agaché mi cabeza.

-Espero que no te vuelva a molestar, te acompañaré. -Se ofreció con simpatía en su voz.

El chico me extendió su mano y yo la tomé cuando la sentí a mi lado, al menos para caminar fuera de ahí, cuando salimos de aquel barrio me soltó pero sé que no se marchó pues pues seguía escuchando sus pasos.

-¿Cuál es tu nombre? -Tomé la iniciativa y le pregunté.

-¿Mi nombre? Es Taehyung, Kim Taehyung, ¿Y el tuyo? -Su voz ahora era suave.

-Jungkook, Jeon Jungkook. -Respondí con una leve sonrisa. -Gracias por lo de antes...

-Encantado de conocerte Jungkook y de nada, de hecho pasaba y ahí cuando ocurrió y no podía quedarme de brazos cruzados. -Explicó.

Cuando dijo mi nombre sentí una brisa fría por todo mi cuerpo, mi estómago había dado un vuelco. Me había encantado su voz diciendo mi nombre. Quería volver a escuchar mi nombre salir de sus labios.

You are my eyes || 𓂅𝘁𝗮𝗲𝗸𝗼𝗼𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora