Este one-shot es un regalo de cumpleaños, espero le guste a la cumpleañera. ¡De mí para ti con mucho cariño!
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La escultura era su pasión, con lo que siempre soñó, por lo que luchó incansablemente durante toda su vida y por lo que ahora estaba estudiando en la más prestigiosa universidad de Bellas Artes del país, un concurso le permitió ganar la beca, a la cual ni en sus mayores y ambiciosos sueños podía aspirar, desde muy joven salió de su casa porque su familia no la apoyaba y ella, bajo ningún concepto dejaría de luchar por alcanzar sus metas, no permitiría que por más dinero o posición social que tuvieran, la obligaran a dirigir una empresa y vestir ropas caras y lujosas, esa no era su vida, aspiraba poder expresar a través del arte, sus sentimientos ocultos, lo que los ojos humanos no eran capaces de admirar a simple vista, trabajó incansablemente para comprar su propia casita cerca de la escuela, donde vivía tranquilamente.
Cinco años habían pasado desde que llegó a la universidad, se respiraba aire de libertad, independencia y saber que ese era el primer día del resto de su vida como artista y escultora, la hicieron sentir tan bien en ese momento que prometió nunca rendirse, por más difíciles que fueran los tiempos y así fue, Regina Mills, era querida y respetada por sus compañeros, logró ser la mejor de su clase, quien ayudaba a todos, quien estudiaba sin agotarse para no faltar a su promesa, amaba todas las materias, pero siempre le dedicó mucho amor a la escultura, por lo que ahora estaba trabajando en un pequeño proyecto que tenía un significado especial para ella, sería lo que presentaría en su examen final, era el único que le faltaba antes de la graduación, todas las demás materias las había vencido satisfactoriamente, extrañaría la escuela, a sus amigos que vivieron con ella durante esos años, pero sobre todo, extrañaría a una persona en particular, era alguien que logró colarse en su corazón, en su piel, en su alma, en su mente, en sus sueños, quien no se iba, por más que se repetía hasta el cansancio, que esos sentimientos eran imposibles, que no era correspondida, le dolía en lo más profundo reconocerlo, por eso en ocasiones trataba de evitar cruzarse en su camino.
“Regina, ¿podrías ayudarme?”, escuchó una voz muy conocida, que se aproximaba a ella.
“¿en qué te puedo ayudar, Emma?”, estaba en el salón de escultura trabajando y sin interrumpir su labor, preguntó.
“es que tengo clases de artes escénicas en media hora y no realicé la tarea, la bruja de la profesora me quemará viva con su aliento de dragón”, susurró la jovencita y ambas rieron por su ocurrencia.
“estoy trabajando en mi examen de escultura, ¿cómo me sales con esta noticia ahora?”, Emma, dos años menor que ella, era su amiga desde que ingresó a la universidad y siempre la ayudaba en sus tareas, porque al contrario de ella, su familia le pagaba los estudios y la presionaban para que estudiara algo que nunca le gustó, qué injusta suele ser la vida, pensaba, solo que no se atrevía a comentarlo con ella, la ayudaba en todo.
“por cierto, está quedando hermosa, te aseguro que será el mejor trabajo”, elogió Emma y Regina encogió las cejas, lista para responder, nunca se quedaba callada, no era su naturaleza.
“no me adules para que acepte ayudarte, sabes que siempre termino haciendo lo que me pides”, fue como si estuvieran tirando fuegos artificiales, porque le rostro de Emma se iluminó de inmediato cuando escuchó estas palabras.
“te ayudo”, ofreció, aunque sabía muy bien que Regina era suficientemente capaz de absolutamente todo, creía que era la súper mujer, que para ella nada era imposible.
“solo necesito que me digas de qué se trata tu tarea, porque bajo ningún concepto pienso llegar allí para que todos se rían de nosotras, así que mejor comienza ya”, la regañó, sabía muy bien lo que opinaba sobre no estudiar ni preparase para presentar las tareas.
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Los ojos del alma
RomanceInspirada en la canción Hello interpretada por Lionel Ritchie