Una semana, una semana pasó demasiado pronto, en unas horas debería estar en ese vuelo a Madrid.
Bang Chan miraba las paredes de la habitación en la que compartió varios momentos con su pequeño Felix, y que ahora, esos recuerdos retumbaban sin piedad en su mente y corazón.
No entendía, si fue Felix el que le falló, ¿por qué se siente tan culpable?
El sonido de sus sollozos tras la puerta de la habitación de huéspedes hacían eco cada que intentaba dormir. Las pocas veces que cruzaron miradas a la mañana siguiente, Felix lo ignoraba.
¿Cómo no quieres que te ignore si le discutiste anoche? decía su mente.
Pero tampoco es que iba a dejar engañarse.
Aún no entendía por qué fue que Lee hizo algo como aquello, ¿no era suficiente? ¿Minho era más bonito? ¿no estaba realmente enamorado?
A veces agradecía que Minyu le abriese los ojos a la cruel realidad. Donde el amor de su relación era unilateral.
Realmente sabes mentir, eh Felix.
Chris pensaba en todas las veces que Felix le repetía esas dos palabras que lo llevaban al cielo.
Te amo
Seguido de un beso que le traía paz, y tranquilidad. Felix era su lugar feliz. Pero como las cosas buenas en su vida no duran, le hicieron ver lo que en realidad era.
Bang suspiró, desde que Sana llegó en busca de las cosas de su... ni sabe ya, la opresión y desesperación se hizo protagonista en su pecho. Iba a detenerla, iba, pero al final de dio cuenta que se haría daño a sí mismo si llegaba a insistir.
Por varias noches se le ocurrió joderle la existencia a Minatozaki para que le dijese dónde estaba Felix, pero, la voz de Minyu contándole cómo descubrió a Felix haciendo... cosas, en la casa de Minho aparecía a detenerlo.
Al menos Minyu se preocupaba por su bienestar.
No como Sana, que cuando él intentó desahogarse con ella, lo escuchó... más aún así le dijo que estaba mal su pensar.
Estampó las últimas prendas en la maleta, y con todo dentro la cerró con molestia. Vaya mejor amiga.
Chequeó que todo estuviese en su lugar, y emprendió camino al aeropuerto, con el boleto de avión en la mano. Ya en el auto, decidió encender la radio. Simplemente los silencios dejaban su mente volar en direcciones no gratas.
La melodía llegó a sus oídos y solo pudo bufar. You were beautiful, Day6.
Le recordaba a Lee.
Apagó el aparato con la misma delicadeza que utilizó para empacar sus prendas. Tal vez el universo estaba en su contra.
Se detuvo en un semáforo en rojo, posando sus antebrazos en el volante. Volviendo a los días que no tuvo a Felix en casa, Minyu le llevó de comer múltiples veces, sin embargo, él apenas tocaba lo que traía. Simplemente no ganas tenía de escuchar su voz, volviéndose repentinamente chillona.
Extrañaba la melodiosa y suave que Felix poseía. Tan solo una canción y podía dormir como bebé.
Chan se ahogó completamente en trabajo, tomando su empleo como una distracción para ese factor importante que faltaba en su vida.
No quería que Minyu le ayudase, ya que, quedaría sin poder hacer más y los pensamientos que deseaba bloquear volverían. No obstante, la castaña no aceptaba un no, e ignorando sus quejas le ayudaba.
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. ☁︎ ࣪ . 𝗮𝗵𝗲𝗴𝗮𝗼 𝗯𝗼𝘆 ⋆ chanlix ‹3
Conto𓏲࣪◜𖤐 ִֶָ 𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𓂅 𝐀𝐇𝐄𝐆𝐀𝐎 𝐁𝐎𝐘 ━ : Christopher no puede evitar caer ante esos ojitos, mirada lagrimosa, rostro sonrojado y babeante. ❛ ━Chris, p-por favor, más duro~ ❜ 𔘓 Dónde Chan no se resiste a las expresiones de F...