Esta historia no está totalmente basada en todo lo que pasó en el final de Marbella vice.
Pero igual es una historia propia.
Ningún personaje es mío, todos les pertenecen a sus respectivos roleadores de Marbella vice, Infames y Spainrp.
Probablement...
- carloo.... - dijo en voz baja, sentado en el borde de su cama.
Habían pasado 4 meses desde que ocurrió el escape de la mafia. Los 4 meses más aburridos, ásperos y melancólicos de toda su vida.
Habían huído a Francia y todos ahora vivían en una sola casa por petición de Hai, ya que por la ausencia de Fedor él sería el nuevo "jefe".
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La casa en sí era hermosa, y demasiada cara. Costaría unos 30.797268965598562 francos franceses. (Aproximadamente 4.695.000,00 €)
Y la habitación era igual de buena y espaciosa, con esos colores obscuros por casi todo el lugar y con esa gran iluminación que rebotaba por las grandes paredes causada por las ventanas.
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Aunque tenía y vivía de muchos lujos, se sentía vacío sin su hermano junto a él. Cada día y noche revisaba viejos videos que tenían desde niños, e incluso videos de cuando estaban en España dónde comenzaban a abrir el Kerule.
Casi no salía de su habitación, no se levantaba de su cama y rara vez hablaba con los demás inquilinos de esa gran mansión.
Además de lo molesto que era escuchar voces en su cabeza de, ahora su maldición que ese chico le dió. Le era difícil dormir por escuchar los susurros de "mata a todos y escapa con el dinero" ó el "yo te protegeré cueste lo que cueste, solo si me dejas tener el control".
Era insoportable.
Lo bueno era que Toni tenía un poco de paciencia e inteligencia; sabía controlarlo alejándose de los cuchillos, ponía atención a su alrededor, tomaba notas de lo que decía, hacía y ocurría, etc.
Ese día era igual que siempre, solitario.
Repetía una y otra vez ese vídeo en especial, dónde ambos estaban siendo perseguidos por la policía arriba de un auto junto con Salinas. Los tres estaban tan drogados y felices riéndose a carcajadas que parecía que no escuchaban las sirenas ni el megáfono que usaba un oficial gritando que pararan.
