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Kaminari siempre había sido un buen amigo para Kirishima y cuando este llegó a su casa, llorando, no dudo en hacerlo entrar, sirviendo un vaso con agua para poderlo calmarlo y así poder escucharlo. Poder oír todos los balbuceos sin sentido que soltaba.

Sero había ingresado minutos después con la pequeña Mei en brazos, sin embargo, al ver a Eijiro llorando sin control alguno, hizo un gesto de sorpresa para luego llevarse a la niña lo más rápido que pudo de allí.

Sin embargo, el pelirrojo alcanzó a oír las inocentes palabras de la niña.

— ¿Por qué el tío Kirishima llora?

Su corazón se quebró un poco más

Denki no lo presiono a hablar esperando en silencio a que se calmara, a que pudiera tener la suficiente tranquilidad como para poder decir algo, que llegó segundos después, con Sero entrando al comedor. Su amigo se sentó al lado del rubio, tomándole la mano a su novio, y esa visión lo hizo sentir patético y miserable

—  Katsuki me pidió el divorcio

Su mejor amigo abrió los ojos por la sorpresa en tanto el latino soltaba una maldición, aturdido

Por supuesto, nadie se lo esperaba.
¿Quién iba a esperar que Bakugou le pediría aquello cuando había sido el quién habría dado siempre los primeros pasos para todo?

Cuando se conocieron, fue Bakugou quien lo había salvado de ser objeto de burlas en la preparatoria por su pelo rojo y actitud temerosa

Fue Bakugou quien le había pedido salir y quien le dio su primer beso

Fue Bakugou quien le dijo que deberían irse a vivir juntos

Fue Bakugou quien le pidió matrimonio

Y ahora parecía ser Bakugou quien quería acabar con todo.

Y a pesar de que era Bakugou quien tenía que tomar esas decisiones, no era como si Kirishima nunca hubiera puesto de su parte:
Eijiro era, como veía todo el mundo, la persona que podía sacarle una sonrisa enamorada a Katsuki con una acción tan tonta como un beso sorpresivo, y la única persona que lo hacía bajar las defensas totalmente, haciendo que se comportará de una forma infantil e, incluso, caprichosa.

Para todo el mundo, no había Bakugou sin Kirishima, y no había Kirishima sin Bakugou, porque hacían una de las parejas más bonitas y honestas que se podían ver

Pero, al parecer, las cosas no eran tan felices como le mostraban al resto

 —¿Por qué?—  Preguntó Sero en voz baja

Los labios del pelirrojo temblaron

—Dice que no me ama — Su tono se rompió y las lágrimas volvieron a salir— Ya no me ama, Sero... Katsuki ya no me ama

Kirishima quería negárselo, ver lo inevitable, pero no era tonto, y mucho menos una adolescente enamorada: Si Bakugou lo decía, era verdad

Porque Katsuki jamás le mentiría con algo tan importante como eso y él lo sabía

Pues Bakugou siempre había sido brutalmente honesto con sus sentimientos, tanto, que a veces no se daba cuenta de que sus palabras le hacían mucho, mucho daño

Tomó un poco más de agua

 —Está enamorado de otra persona—Barboteo antes de romper en llanto otra vez e inmediatamente los brazos de Denki lo rodearon — Ama a alguien más. Lo perdí, Kaminari, lo perdí...

Su corazón no se había sentido tan roto como en ese momento: Saber que la persona que amaba, con quien había compartido tantos años de su vida, ya no lo quería como antes, lo había dejado de lado, se entregó a alguien más, era como una estaca clavándose, no solo en su corazón, sino en todo su cuerpo, haciendo que todo doliera y se estremeciera.

Haciéndole ver todo de un horrible color negro, incapaz de ver un poco de luz en medio de tanta oscuridad

Bakugou suspiro, leyendo el historial de un cliente que atendió esa tarde, para luego bajarlo y dejarlo sobre la mesa, cansado

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Bakugou suspiro, leyendo el historial de un cliente que atendió esa tarde, para luego bajarlo y dejarlo sobre la mesa, cansado

Recordó los ojos llenos de lágrimas de Eijiro, su labio temblando, sus mejillas húmedas por el llanto, y se sintió culpable y triste por lo que había ocasionado, pero no arrepentido. Tenía que hacerlo

¿Cómo podía estar casado con alguien que no amaba?

No era justo para Kirishima, ni para él, así que no podía seguir con esa farsa

Ya no amaba a Eijiro, era un hecho claro, pero lo seguía apreciando lo suficiente como para no seguir haciéndole daño con sus acciones

Tocaron la puerta de su oficina y murmuró un pase lo suficientemente alto como para que la otra persona entrara.

Al verla, sonrió con relajación

 —Tienes un aspecto horrible— Dijo la castaña con una sonrisa dulce, mientras cargaba un montón de carpetas

Dejó salir un bufido, recostandose en la silla, y pronto su amante se acercó, comenzando a hacerle un masaje suave en los hombros

—Le pedí el divorcio a Eijiro — Le comunicó con un tono de pesar

La contraria parpadeó, inclinándose con una expresión triste

—Oh, lo siento tanto, Bakugou— le dijo de forma honesta— ¿Estás seguro de esto, de lo que tenemos nosotros? Llevas tanto tiempo con Kirishima que quizá...

—No digas eso— La interrumpió con suavidad— Todavía quiero a Eijiro, claro, pero es un cariño que le tengo por el tiempo que hemos estado juntos, así que... Tengo claro lo que siento por ti, Uraraka

Su amante asintió, titubeante, para luego inclinarse y darle un suave beso en los labios

—Lo lamento mucho por Eijiro— Murmuró Ochako entonces, sin alejarse demasiado— Debe estar pasándola mal, me siento culpable por hacerle esto, pero...

—Lo va a entender— contestó el abogado, dándole un beso en la mano— Eijiro lo entenderá con el tiempo.

Katsuki esperaba eso: Que Eijiro pudiera, con el pasar de las semanas, curar esa herida que le hizo a pesar de haber prometido, años atrás, que jamás le rompería el corazón

Pero las promesas, al igual que los sueños, parecían destinados a ser rotos de cualquier forma, sin posibilidad alguna de poder evitar aquello

𝙰𝚙𝚎𝚐𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora