- Aguanta amigo , ya casi llegamos a tu dormitorio. -
El rubio cayó al suelo , el calor lo hacía sentirse sumamente sofocado y la desesperación inundaba sus sentidos. Los ojos llenos de lágrimas impedían que pudiera ver con claridad y ya ni siquiera las piernas lo podían sostener. Pero ... ¿ Qué le pasaba a Bakugō ?
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- Maldición , ya no me quedan más supresores. Mmh ... -
Ya era hora de entrar a clases , no podía darse el lujo de saltarse la primera clase del día por ir a la enfermería por esos malditos supresores de mierda. Bueno , sí podía pero no sé arriesgaría a qué alguien lo viera y supiera que está por entrar en celo.
Cuando le dijeron que era un Omega juró jamás seguir con los estereotipos que la sociedad les había impuesto , jamás sería delicado y sumiso , tampoco alguien que deja que todos sepan que está en una etapa sensible como lo es el celo y menos querer conseguir un alfa.
Era fuerte , sumamente fuerte. Así que durar al menos cuatro horas sin supresores sería pan comido , o al menos eso era lo que él creía.
Katsuki nunca tuvo que pasar por cosas como los dolores o la fiebre ya que se medicaba a tiempo y tenía los cuidados correspondientes. Por lo cual no sabía ni siquiera como era estar en celo y lo fuertes que eran sus hormonas.
Lamentaría tomar esa decisión.
Entró al salón como siempre solía hacerlo , algunos de sus compañeros ya estaban ahí solo que algo diferente pasó , los aromas de todos parecían afectarlo más de lo usual , podía percibirlos con mayor claridad.
Controló sus propias hormonas para no exponerse ante todos , guardó la calma y se sentó en su lugar. Fueron llegando uno con uno y el sentimiento incrementaba , pero no fue hasta que un integrante de "su grupito" fue a molestarlo que las cosas se descontrolaron.
- Bakugō que bueno verte hombre , necesito que me ayudes a estudiar. - Eijirō siempre se le acercaba dándole una palmada en la espalda lo que lo hizo soltar un poco de su aroma.
Está llegó rápidamente a Kirishima quien puso notar un dulce aroma a naranjas y glicerina. Él era un alfa muy masculino , le hacía imposible no sentirse atraído hacia olores rudos como el de Bakugō.
- Amigo , hueles muy bien. ¿ Acaso te asusté ? -
- Ya quisieras , solo me tomaste desprevenido. -
La clase siguió como siempre , con la diferencia que Bakugō no ponía atención. Estaba lo suficientemente ocupado controlando sus hormonas como para seguir anotando en su libreta , de haber sabido que no podría tomar la clase en esas condiciones mejor se quedaba en su dormitorio.
El profesor dejó un ejercicio en lo que él arreglaba un asuntos con el director. Bakugō no lo pudo retener más y por accidente dejó salir todas sus hormonas de golpe haciéndolo erguir.
