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—¡Te dije que lo llevarás a un manicomio pero jamás me escuchas!. — Dijo la omega furiosa, caminando tras de la alfa a gritos.

Todos los empleados de que el bufet los estaban mirando, jamás habían visto a la esposa de la señora choi estas tan enojada, mientras esta estaba neutral, hace unos minutos llegó la rubia omega para decirle todo lo que había pasado hace dos horas atrás, claro que no le daba algún tipo de vergüenza hablarlo con todos.

Yuju estaba estresada por el trabajo pero también envió a su contadora para que verificará las palabras de eunha.

—No creo que yeonjun sea capaz de eso. — Dijo la alfa una vez que llegaron a su oficina y está cerró la puerta.

Nadie debía saber lo que pasaba en su casa, ni mucho menos los problemas estos tenían por su falta de convivencia, aunque muchos ya conocían a la rubia por ser una problemática.

—Creelo, pero más cuando sepas que lo hizo por ese muerto de hambre. — Volvió a decir así, mencionando a soobin como otro más de sus problemas.

La alfa peli negra, dejó a su contadora pasar la cual entró apurada con unos papeles, yuju verifico que todo estuviera en orden, pero abrió los ojos desconcertada y los aventó furiosa contra la pobre contadora que sólo hacía su trabajo y no tenía la culpa de que ahora ella se había quedado sin ningún centavo.

—¡¿Que es esto?!  ¡ES UNA BROMA! . — grito furiosa la alfa contra la pobre contadora, que recogió todos los papeles que su jefa había tirado al suelo por el coraje.

En los registros habían una gran cantidad de dinero que habían retirado de varias cuentas, los bancos ni siquiera le consultaron al respecto, pero lo más aterrador es que eunha vino a decirle que de la nada, la casa que ella misma había vendido ahora los dueños la habían de vuelto a la verdadera dueña... O sea umji, las mismas verificaciones del retiro del dinero estaban registradas también con el mismo nombre.

Eunha tomó los papeles que recogió la contadora ahora viéndolos bien, también creía que eso era imposible y que eso era una broma.

—Ella está muerta, no es posible que ella haya retirado todo... — Dijo eunha algo molesta.

—¡Claro que no! Te dije que no pudo ser yeonjun, porque la única que podía hacer un retiro somos nosotras dos, y aparte estaba umji..., yeonjun no pudo haber hecho eso.

—¡Estoy segura que sí! Y todo lo hizo por ese muerto de hambre, tu hijo siempre trae desgracias

—¡Eunha! Yeonjun no fue capaz de esto, podrá odiarnos pero no lo veo tan inteligente para hacer esto. — Defendió yuju.

Por más que le dolía admitirlo tampoco es como si yeonjun se fuera a desquitar de ella así ¿o si? Confiaba plenamente en que ninguno de sus hijos iban a hacerle tal cosa.

Eunha no le creía nada, para ella el hijo de la alfa era el único culpable.
La contadora salió de la oficina en cuanto otro de sus compañeros entró sin pedir permiso, algo que la señora choi le molesto al ver al empleado, pero más al ver que no venía solo si no que estaba su hija mayor, la cual se había ido días atrás después de que ella vendiera la casa que no le correspondía.

—E-Ella me obligó a traerla. — Solo dijo eso el pobre empleado saliendo de igual rápidamente dejando a las tres solas en la oficina de la alfa.

—¿Que te hace pensar que tienes derecho a venir a mi oficina después de irte así?. — Pregunta yuju a miyeon quién no tenía un buen humor para pelear con su madre.

🦋 𝗧𝘄𝗼 𝗮𝗹𝗽𝗵𝗮𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora