A Flor de Piel

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— ¿Quién eres? – preguntó un hombre de unos 40 años –.

— ¿El señor William Whyte? – dijo con la voz un poco entrecortada –.

— ¿Quién eres? – volvió a preguntar ignorando lo que habia preguntado ella antes –.

— Me llamo Lía Taylor.

— ¿Y querías...?

— Tengo una cita concertada con el señor Whyte – respiró un momento – ¿le importaría avisarle?

— William, aquí hay una chica que dice tener una cita contigo – dijo mirando hacia un lado – Laila Taylor, ¿te suena?

— Me llamo Lía no Laila – exclamó con un tono bastante borde –.

— Si sí, que pase por favor – se escuchó una voz dentro –.

Lía dio unos pasos y al entrar en el despacho no se creía lo que veía. Una mesa gigantesca, y en ella sentados 10 o 12 personas. No se imaginaba que hubiera tanta gente, esperaba estar sola con el dueño de la empresa para que la conociera en persona.

Siguió andando hasta el medio de la sala y se quedó de pie, sin mediar palabra, tiesa como un palo.

— Así que... Lía – dijo con un tono un poco serio – verás estábamos en una reunión...

Ella lo interrumpió.

— Sí ya lo veo, lo siento muchísimo – dijo muerta de miedo – me dijeron que la reunión ya había acabado y por eso estoy aquí.

— Bueno – prosiguió– no ha terminado pero estaba apunto. De hecho creo que podríamos dar por concluida la reunión, no hay mucho más que hablar.

Todos fueron saliendo de la sala incluido el hombre que me abrió la puerta hasta que solo quedamos él y yo.

El señor Whyte se levantó y se acercó a mi como muy seguro de sí mismo.

— Por favor, señorita Taylor, acompañeme – dijo mientras me sujetaba por la espalda mientras que llegabamos a una mesa más pequeña (comparada con la otra mesa de la sala, si la comparara con la mesa de mi casa sería enorme) – siéntese aquí por favor – dijo mientras me acercaba una silla de cuero negro.

— Gracias – le respondí con la cabeza un tanto cabizbaja–.

Era un hombre muy educado, amable y por lo que podía observar bastante jóven de hecho, no creo ni que llegase a los 30.

— Bueno... si no me equivoco estamos aquí para firmar su contrato – decía con una voz baja y algo relajante mientras buscaba en un montón de paleles muy ordenados – aquí está. Lía Marie Taylor. Contrato de dos años con nosotros.

Estaba a punto de firmar un contrato con una de las empresas más importantes del mundo, no se lo podía creer. El señor Whyte prosiguió.

— Muy bien... pues aquí tienes, léelo, fírmalo si estas de acuerdo y ya estaría. Fácil – dijo con una sonrisa –.

Lía miró el contrato, que más que contrato parecía un libro; tenía MUCHAS páginas.

— WOW – exclamó sorprendida – me va a llevar una eternidad leerlo y entenderlo – dijo casi riendo –.

— Sí bueno – soltó una risita – si quieres puedes llevarlo a casa y leerlo tranquilamente, no habría problema.

— Ay muchísimas gracias sería perfecto – exclamó muy contenta –.

– O si prefieres... – prosiguió – podría explicarte lo que dice comiendo juntos hoy.

El ambiente se quedó en silencio, el esperaba una respuesta, ella se quedó sin palabras, hasta que él rompió el silencio.

— ¿Estás bien? – dijo entre risas– es que te veo un poco...

— Si si – lo interrumpió riendo también y continuó– señor whyte me alaga much...

— No me llames señor Whyte, me echas 20 años encima – volvió a reir – llámame Will.

– Em vale, Will – prosiguió Lía– me alaga mucho su proposición pero la verdad es que tengo novio y ...

— ¿Qué? Oh no no, disculpa si he sonado como si estuviera ligando contigo o algo así, no lo pretendía, era solo por agilizarle el leer el contrato, para que no malgastara el día leyendo todos esos papeles.

— Ah lo siento mucho – estaba un poco avergonzada después de eso – es que parecía que, bueno ... ya me entiende –no podía parar de reír ya fuera por los nervios o la verguenza que estaba pasando en ese momento –.

— No no, por dios, usted es una trabajadora, yo soy su jefe, sería... inapropiado, ya sabe – dijo con un tono un tanto peculiar–.

Después de cruzar un par de frases más con el señor Whyte - Will -, salió del despacho a flor de piel, sin creerse lo que acababa de pasar. Según él, no estaba flirteando con Lía, pero ella tenía sus dudas... por lo que fuera.

Salió del edificio lo más rápido que pudo deseando llegar a casa y asimilarlo todo.

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2021 ⏰

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