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Narra Jimin.

Llegando al recinto de casas espero a que aparque el auto para poder hacerlo yo y descender del mismo.

Miró hacia atrás y veo que el amigo de Jeon está viendo fijamente por la ventana hasta que siente que el movimiento del coche es mínimo y espera que May se despegue pero no ve incentivo alguno por lo que su mirada recae en mi para que le ayude.

— May, cariño —digo y no espero mucho tiempo cuando voltea a verme tan sumisa. Ah, si tan solo todos los alfas fuesen así siempre—. Debemos bajar, nuestro nuevo amigo debe desempacar y descansar. ¿Vale?.

— Le hablas como si fuese un bebé —suelta entonces él.

— Lo es, ¿no haz escuchado eso de que hay diferentes reacciones para cuando se encontra a tu destinado?. Ella al ser una alfa que reprime cualquier muestra de afecto que no sea coquetear conmigo descaradamente, se ve afectada en demasía. Al contrario que tú; puede que sea el cansancio o que tu lobo ya lo sabía y lo asimilo antes de llegar y encontrarse con ella. —explicó, dándole tiempo a May para que desligue sus brazos del cuerpo al que aprisiona.

— Sabés mucho de alfas al parecer —dice entonces.

— Lo necesario para saber analizarlos y saber si son de fiar o no. —entonces me doy cuenta que he dicho más de la cuenta y él lo ha notado.

— Veo que tuviste mala suerte con alfas.

— Si bueno, digamos que no son mi parte favorita de la jerarquía.

Al estar enfrascados en la conversación cuando May me llama y me dice que si le puedo quitar el seguro al coche lo hago y descendemos y nos topamos que todos estaban a la espera de que por fin estuviésemos fuera para arreglar el problema; apartar a los dos alfas en cuestión de minutos porque debemos ir a la universidad.

— Bien, ya saben que deben acomodarse mientras vengo de la universidad para que los lleve a buscar su nueva vivienda. —Empieza Jeon y todos asienten.

— May, ¿quieres ir por un helado? —digo, pero no capto su atención, no puedo creer que haré esto—. May, vamos a mi casa. Te mostraré mi habitación.

Sin más la tengo pegada a mi y con su rostro en mi cuello, en medio del silencio escucho dos gruñidos y el chico que anteriormente era privado de su libertad se disculpa por la reacción de su lobo y el otro queda en el aire ya que nadie más decide hablar lo dejo pasar y me encaminó al coche.

Hago que May se despegue de mi y se siente en el asiento del copiloto mientras pongo en marcha el coche tomando la carretera una vez más, pero antes de salir del todo por donde habíamos entrado veo la mirada impasible de Jeon sobre mi coche alternando la vista entre mi persona y mi acompañante. No le doy más vueltas a lo que sea que esté pensando y me dispongo a llegar a dónde tendríamos que estar desde hace una hora; la universidad.

𝑨𝒍𝒍 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏 𝒉𝒂𝒗𝒆 𝒂 𝒕𝒂𝒍𝒆𝒏𝒕 ||ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora