Capítulo 4

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Kurt ya había terminado su cerveza, Slash incluso ya se había metido una línea de coca y la bendita carrera no comenzaba. En cierto momento, el rizado fue por más cervezas y el ojiazul se quedó solo observando como los conductores discutían frente a los autos con otro tipo.

—Hola, guapo. —susurró una voz en su oído que lo hizo estremecerse. Volteó rápido y miró a una chica rubia en top y mini short negros con tacones y labial rojos.

Joder, que fea era.

—Hola.

—Me llamo Courtney, ¿y tu? —la chica se apoyó en el barandal muy cerca de Kurt.

—Em... Me llamo Kurt... —dijo un poco nervioso e incómodo.

—Lindo nombre, ¿gustas un cigarro? —dijo mientras sacaba una cajetilla de su top. Kurt negó y la chica sacó un encededor de su short y prendió el cigarro. —Nunca te había visto por aquí.

—Es la primera vez que vengo. —musitó mientras observaba alrededor y hacia abajo esperando que Slash volviera.

—¿Y vienes solo? Si gustas puedo hacerte compañía... —dijo algo coqueta mientras se acercaba aún más.

Kurt estaba apunto de salir corriendo cuando por fin miró al rizado subir las escaleras y llegar rápido donde estaba.

—Lo siento, pastelito, no encontraba las malditas cervezas. —dijo dándole una a Kurt y cuando miró a la chica su semblante se endureció. —¿Qué haces aquí?

La chica soltó una risita. —Me divierto.

Saul tomó la mano del chico y lo tiró hacia el. —Te lo advierto, Courtney, le diré a Axl que andas de zorra.

Courtney soltó una carcajada y fue a las escaleras donde se perdió entre la multitud.

—Maldita loca...

—¿Quién es ella? —preguntó el ojiazul mientras abría su cerveza.

—La cuñada de Axl. —dijo rodando los ojos.

Kurt se sorprendió. ¿Cuñada? ¿Eso quería decir que Axl tenía novia y era la hermana de su novia?

—¿Axl tiene...

—Es novia de la hermana de Axl, rubito.

Kurt se sintió aliviado. —Oh...

Después de eso quedaron en silencio bebiendo sus cervezas.

Una chica muy hermosa y en ropas cortas se colocó frente a los cinco autos que por fin, estaban listos para correr. Bailó y se regodeó un poco de los chiflidos de los chicos alrededor y entonces bajó la pequeña bandera que cargaba y los autos aceleraron. Kurt se preocupó un poco por ella porque los autos iban en su dirección pero pasaron a los lados sin hacerle nada y suspiró. Estos tipos estaban locos.

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Axl miró abajo la bandera y enseguida aceleró. Iba como alma que lleva el diablo y ganando por unos metros. Él era uno de los mejores corredores y en ese momento, competía contra otros cuatro que también eran muy buenos. Tenía compentencia de la buena y debía ganar porque había apostado una buena cantidad a que lo haría.

Luego de su "conversación" con Izzy en los pasillos de la universidad, el pelinegro había estado molestandolo desde que llegó a las bodegas donde estaban. Le empujaba el hombro cuando pasaba a su lado y decía algunas cosas que daban a pensar a los demás como por ejemplo "Axl, ¿vienes con tu novio?", “Deberías pintar tu auto rosa" o llamándolo a propósito "Alexa".

Axl apretó el volante de coraje, Izzy se estaba buscando unos buenos golpes en su narizota de tucán.

Al llegar al final del camino entre los árboles del espeso bosque, rápido giró a derecha y siguió el camino trazado. Un claxon sonó detrás de el, era el auto de Izzy y por puro gusto, hizo varios volantazos provocando que Izzy frenara de golpe por prevención a un accidente. Axl soltó una carcajada y giró la siguiente curva que lo llevaba de vuelta a las bodegas.

No venía nadie detrás de el.

Axl llegó primero a la meta y la chica ondeó la bandera en victoria al pelirrojo. La multitud gritó y celebró y algunos molestos por perder varias apuestas comenzaron a pelear.

El pelirrojo bajó del coche y fue hacia el tipo molesto con el que había apostado.

—Gané, dame mi puto dinero.

El tipo, alto y de piel oscura, gruñó pero le dio un fajo de billetes y se retiró de ahí. Axl bufó molesto pero llevó el dinero a su auto y lo escondió en un compartimiento secreto bajo el asiento de copiloto y salió del auto de nuevo.

Observó como los demás autos llegaban y como Izzy fue el primero que se bajó y se acercó a él con las manos empuñadas.

—Seas hijo de puta, creí que moriríamos.

Axl lo miró con burla. —No me eches la culpa que seas un asco conduciendo.

Era obvio que eso era mentira, Izzy era el segundo mejor que él. Este lo miró con sorna y se acercó a su oído.

—Un asco eres tu, maricón.

El pelirrojo se alejó y lo fulminó con la mirada. —Solo sabes decir estupideces, Jeffrey.

Soltó una risa sarcástica. —No es una estupidez, es una verdad.

—Ah, ¿sí? No recuerdo haberte roto el culo para que pienses eso.

Jeffrey se sonrojó pero apretó los puños aún más. —Yo no soy marica como tu, yo no hice una cita con un hombre. —no esperó que Axl respondiera y se fue de ahí.

Axl suspiró enfadado y fue en busca de sus otros amigos para distraerse un poco. Tal vez, drogarse junto a Slash no era mala idea.

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Kurt se encontraba de pie dándole frente a la multitud mientras que Saul estaba a sus espaldas detrás de un árbol orinando. Lo escuchaba reírse como tonto resultado de otra línea de coca y varias cervezas más que había tomado. Kurt también se encontraba mareado pero no tanto como para caerse mientras estaba ahí de pie.

Sacó su celular y miró la hora 12:15 a.m., aún no era muy tarde según su atolondrado cerebro.

Slash intentaba subir sus pantalones con algo de dificultad mientras tenía su cabeza contra el árbol pero al no poder controlar su cuerpo, se fue de lado y comenzó a reír más fuerte.

—¡Rubito, ayúdame! —dijo mientras seguía intentando subir sus pantalones ahí tirado.

Kurt al oír el grito se giró y miró medio cuerpo del moreno salir por un lado del árbol y se rió algo fuerte llamando la atención de un chico pelirrojo que seguía buscando a su amigo rizado. Al mirar a Kurt en ese lugar se sorprendió y quedó parado siguiéndolo con la mirada al pequeño rubio.

El rubio se acercó a donde estaba Slash. —¿Te caíste?

—No, es que es más cómodo el suelo, ¿sabes?

Kurt se rió y se agachó para tomar las manos de Saul y jalarlo para que quedara sentado. Fue ahí donde miró los pantalones aún abajo y cómo el boxer blanco era lo único que cubría la hombría del rizado y, joder, como todo homosexual ebrio no pudo evitar mirar ahí y el calenturiento y virgen Kurt de su interior pensó que el miembro de Saul era grande, grande para no estar erecto.

Tragó saliva y decidió enfocarse en ayudar al moreno. Ya sentado, Slash apoyándose en él consiguió ponerse de pie pero estaba muy mareado y se quedó ahí parado con sus brazos alrededor del cuello de Kurt.

—No podré subir mis pantalones, bebé... —y se soltó riendo.

Kurt se sonrojó por el apodo pero hizo lo pedido. Bajó sus manos hacia los lados para tomar su pantalón y empezó a tirar hacia arriba con dificultad.

—Están muy ajustados, Saul, no puedo.

Slash chistó con la lengua e intentó soltar al ojiazul para subirlos el mismo pero dio un paso hacia atrás seguido de otro llevándose a Kurt con él hasta que no pudo seguir de pie y cayó de espaldas con el chico sobre él.

Ambos comenzaron a reírse inocentes de la escena que el pelirrojo estaba malinterpretando frente a ellos.

Estaban entre los árboles con la escaza luz que provenía de las lámparas de la bodega y solos. Axl apretó sus puños y se acercó a ellos.

—¿Qué demonios están haciendo?

RED / Kurtaxl (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora