5

730 48 0
                                    

⚡️AL FINAL CONTESTO ALGUNAS DE SUS DUDAS⚡️

voten y comenten😡

Mateo

Salimos del médico medios bajoneados, fuimos directo a nuestra depto y cuando llegamos dejamos a Cirito en su cuna porque estaba re dormido el gordo.

Cuando volví al living Isa estaba con la miranda perdida.

—Amor, no te maquinees.—Dije intentando ser el fuerte pero ya me llore la vida en el médico.

—Estoy bien.—Se paro del sillón y negué sentándome haciendo que ella también lo haga.—¿Sabes cuanto tiempo dura un transplante de pulmón?.

—Si lo se.—Dije y ella suspiró claramente devastada.

—De uno a cinco años y si es que llega al transplante, ya escuchaste a la doctora.—Soltó con un hilo de voz y yo tire mi cabeza para atrás.

—No.—Dije parándome y yendo a buscar las llaves del auto.

—Mateo por favor no me dejes.—Dijo llorando y negué rápido.

—Ay amor no, mira que te voy a dejar así, voy a hacer algo importante o queres que vayamos los tres?.—Mire la hora.—Mejor llevo a Cirito conmigo que vos tenes danza en un rato, dale.—Negó.

—Anda nomás, no voy a ir.—Negué yo ahora.

—Te re gusta ir, anda dale, despéjate.—Agarre su cintura y sonrió.—Aa viste que si.

—Y Ciro?.—La mire obvia.

—Ya te dije que va conmigo.—Solté obvio.—Vos date un bañito caliente tranquilita con música, si?.—Dije masajeando su espalda y notando que estaba súper tensa.

—Sin vos?.—Preguntó con un pucherito y asentí mirando para otro lado para no caer en la tentación.

—Dale beba, no seas así, además tenemos una regla.—Asintió obvia y beso mis labios. Nuestras reglas de convivencia son varias pero la que nunca podríamos romper es nunca dejar a Ciro solo por mucho rato, así el duerma, porque desde la ducha no lo escucharíamos.

—El bolsito está arriba de su cajonera, me voy a sacar leche por las dudas y vos cámbialo, o ahí lo cambio.—Soltó acelerada y reí.

—¿Qué te pasa rubia?. Soy su papá viva se donde están sus cositas.—Solté tranquilizándola y sonrió asintiendo.

—Lo se, perdón.—Negué, bese su frente y fui al cuarto.

Cuando entre el gordito estaba despierto jugando con sus pies, los cuales se descubrió hace poco.

—Ee locochon, no lloraste nada.—Dije sacándolo de su cuna con sumo cuidado.—Pensé que seguías de siesta.—Bese repetidas veces su pancita y el reía.

—Pa-pa.—Soltó con mucha baba y sonreí.

—Sos igual a tu mamá.—Sonreí sacándole su ropa para cambiarlo.—Que suerte, mira si te parecías a mi, re pateado.—Reí causando su risa.

—¿Que decisss?. Se re parece a vos y sos re lindo amor.—Dijo entrando Isabella al cuarto besándome.

—Pa-pa.—Dijo enojado Ciro.—ma-ma- MA.—Le estiró los bracitos.

—Para gordo que te estoy cambiando.—Dije riendo y el sopló.

Isabella se acosto junto a Ciro y el tomaba la teta de costado.

Neüen 3/ TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora