Del Cielo Con Amor

Capítulo 1: La Misión

El amor de Dios es muy grande, Liam era un ángel que jamás pensó como su vida cambiaría. Él vivía en el cielo junto a todos los demás ángeles y seres celestiales que Dios había creado. El cielo era sin lugar a dudas un hermoso lugar. Dentro del cielo cada ángel tenía una tarea asignada, la de Liam era recibir a las almas nuevas.

Un día, Dios mandó llamar a Liam, voló hasta donde se encontraba, estaba muy nervioso, no todos tienen el privilegio de conocerlo.

-Liam, pasa ángel mío, ¿cómo has estado?

-Bien señor, gracias.

-Me alegro mucho Liam, bueno de seguro te estarás preguntando el porque te he llamado, ¿no es así?.

Asintió.

-¿Te gusta estar aquí?

-Sí, bastante, amo mi hogar.

-Dime, ¿Qué piensas de los humanos?

-Sus hijos son buenos señor, a pesar de las tentaciones son buenos y como usted dice hay que tener fe en ellos.

-Me gusta como piensas Liam, puedo ver bondad en ti.

-Muchas gracias señor pero usted aquí es la bondad misma, es el más bueno y amoroso ser sobre la Tierra y el cielo y yo estoy complacido de formar parte de su reinado.

-Gracias Liam, tu corazón es noble y bueno, me agradas-guardó silencio un momento-bueno habiendo escuchado esto debo comentarte lo siguiente, te asignaremos una misión que muy pronto sabrás de que se trata.

-De acuerdo Señor todo lo que usted me diga lo haré gustoso.

-Gracias, anda Ángel puedes retirarte, te haré llamar cuando el momento llegue.

Salió de aquél lugar, se sentía extasiado de poder haber hablado con nuestro Padre, jamás lo había hecho, solo había escuchado su voz.

En el camino se encontró con Gabriel, el Arcángel Guerrero de Dios, el que anuncio a María la Virgen el nacimiento de Jesús.

-Liam, veo que vienes de hablar con nuestro padre, ¿emocionado?

-Sí Gabriel demasiado, aunque aún no entiendo para que misión me querrá.

-No desesperes Liam la sabrás muy pronto.

-¿Tú tienes idea de que es?

-Sí, pero no te puedo decir.

-Anda Gabriel dime.

-Bueno Liam, solo te puedo decir que será algo nuevo para ti, algo que muchos de nosotros no ha hecho.

Y con eso Gabriel se fue dejándolo con dudas, “¿que no habrán hecho otros ángeles que yo lo vaya a hacer?” se preguntaba.

El rango de ángel que Liam tenía no era tan alto, por lo tanto no era nada común que a estos ángeles se le encomendara misiones. Liam no dejaba de hacerse preguntas en su cabeza, le daba vueltas al asunto una y otra vez, pero a pesar de ello se encontraba muy feliz.

Para cuando se fue a dormir busco los cantos de su humano favorito, cada ángel tenía ese privilegio.

Al despertar comenzó con sus actividades de rutina, mientras miles de preguntas invadían su cabeza, el día continuaba sin cambios, él seguía a la espera de nuevas noticias acerca de su misión pero nada paso.

Dos días después fue llamado,

-Liam, el Padre quiere verte anda amigo.

Dejó de hacer lo que estaba haciendo y voló hasta donde Dios estaba, él se encontraba en uno de los más bellos jardines.