« Levicienta »┊Ereri.

🌟Cap 4🌟

Narrador.

— Te hice una pregunta, Levi, ¿Qué haces con esa pulsera? —volvio a preguntar Eren.—

Farlan solo miraba sorprendido la escena.

— Ehh...la encontré recién debajo de mi cama pero no tengo idea de cómo llego hasta acá.

— ¡Pero por favor! ¿¡Cómo te da la cara, mentiroso de porquería!?

— Historia, por favor... —hablo en tono bajo Erwin.—

— ¿¡Le vas a creer a este ladrón!?

— ¿¡Qué ladrón!? ¿¡Qué ladrón!? Antes de decirme ladrón a mí, cosete la boca y ponele plásticola, yo nunca robe nada, ni si quiera un bendito caramelo.

— ¡Yo le creo a Lev, yo le creo a Lev!

— Decime una cosa, Historia...tal vez vos viniste acá y se te cayó. —empezo a hablar Eren.— ¿Vos no te acordás de haber pasado?

— Mi amor...por favor, yo nunca entré a este cuarto, ¿Cómo se me puede haber caído acá? Yo te dije, lo sentía... sentía que había sido el, no te va a quedar otra que echarlo, ¿No?

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Eren, Historia, Erwin, Farlan y Levi se encontraban ahora en el living, Levi se encontraba sentado.

— Levi, te lo digo por última vez, decí algo, por favor, defendete.

— ¿De qué quiere que me defiende si no hice nada? Le juro que corrí la cama y apareció la pulserita.

— ¡Es verdad! ¡Es verdad! Yo estaba ahí cuando la corrió-.

— ¡FARLAN! —Dio un grito Eren que hizo que se sobresaltaran todos los presentes.— Volves a abrir la boca y te vas a tu cuarto.

Luego de un silencio, habló Historia.

— La verdad, no sé que hacemos acá perdiendo el tiempo, si ya es obvio lo que hizo.

— ¡Yo no hice nada! ¡Si le crees a ella...! Bueno, echenme o mándeme preso.

— ¡Eren! ¿Cómo vas a permitir que te hable así?

Se escucharon unos pasos bajando de las escaleras rápidamente, era Frieda.

— ¡Hiiiiis! ¡Te tengo que decir una cosa re importante!

— ¡Ahora no! Estamos en otra cosa.

— ¡Ya sé! Es de la pulsera, ¿Te acordás cuando entramos al cuarto de Levi y vos la tenías en la mano a la pulsera?

— ¿Cómo? ¿Cómo? ¿Cómo dijiste?

— Historia entro al cuarto de Lev... —hablo Erwin.—

— Conmigo.

— ¿Pero qué te pasa? ¿Estás tarada? Está tarada, pobrecita.

— No, no, me acuerdo perfectamente. —exclamo con suma inocencia.—

— No, ¿Qué decís? Estás tonta, yo jamás entre al cuarto de Levi, salvo hoy...claro.

Justo en ese momento, entro Sasha que había regresado ya y había escuchado todo.

— Discúlpeme, señorita Historia, yo recuerdo que usted cuando salió del diario de Levi ya no tenía la pulsera puesta.

— ... Claro...pero que distraída. —Historia hizo una cara de sorpresa fingida.— Sí, claro...yo entre...fui a buscarlo para pedirle una cosa.