Mi unico rayo de sol

Sunny es conducido de regreso a su habitación aturdido, y él piensa para sí mismo, es consciente.

Los pasillos blancos blanqueados del hospital no se mezclan con White Space. Las flores que sostienen otros visitantes no se parecen a las orquídeas garza. No ve a Omori en su reflejo pasajero. Una parte de él desearía haberlo hecho.

Quiere volver a dormirse. Se odia a sí mismo por eso.

Las enfermeras hurgan y juguetean con sus vendas, reemplazando su parche en el ojo por uno nuevo -el viejo estaba ensangrentado, notó- y colocándolo nuevamente en la cama con una estricta orden de no levantarse nuevamente. No estaba listo, le informaron. No era lo suficientemente fuerte para valerse por sí mismo.

Piensa en lo que acaba de pasar y está de acuerdo.

Mira fijamente a la nada, a todo, y observa distraídamente que ninguna de las flores que ha recibido son girasoles. Por supuesto. El único que los hubiera cultivado es Basil. Basil, que todavía está profundamente dormido, ajeno a las consecuencias que habían ocurrido a su alrededor. Basil, que también podía ver algo. Basil, que le había dejado una cicatriz permanente, una y otra y otra vez. Basil, que también se marcaba a sí mismo cada vez.

¡Deja de dejarme! ¡Detente, detente, detente, detente!

Basil, que simplemente no podía dejarlo ir.

¿Qué infierno está experimentando Basil en su propio espacio mental? ¿Qué pecados tiene contra sí mismo?

Habiéndole abandonado las fuerzas, Sunny cierra los ojos.

No sueña.

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Hay mil palabras revoloteando a su alrededor, susurros apilados sobre susurros combinados en un siseo ensordecedor. El mundo da vueltas y su cabeza se siente tan, tan liviana. Es como si estuviera cayendo. ¿O tal vez se está ahogando? No, debe ser algo que lo esté consumiendo. Sí, eso es, Algo se lo estaba comiendo vivo, estaba en su estómago en este mismo momento. No ve nada más que oscuridad y, sin embargo, sus ojos todavía arden, ¿o es un ojo? Sí, es cierto, ojo- después de todo, solo se merecía un ojo después de lo que le hizo-

Oye el movimiento de la puerta mientras unos pasos se acercan a él.

Los ojos de Basil finalmente se abren. Ve a Sunny, vendada y respirando lentamente. Ve algo detrás de Sunny. Siente que algo se contrae alrededor de su garganta, más apretado. Más apretado.

Entonces Sunny sonríe.

Despierta algo en él. Una parte de sí mismo que había estado dormida, sofocada, demasiado asustada para espiar a través de toda la paranoia. Un pedazo de él que había mantenido cubierto para protegerlo de ser devorado por Algo. Pero algo se ha ido. Cuando el sol le sonríe, las sombras se disipan.

Él le devuelve la sonrisa.

"Sunny", croa. Su voz le suena extraña incluso a él. Una cosa tan suave, andrajosa, áspera. Roto, como él.

"Basil." Su voz suena mucho más agradable, suave y tersa en comparación con su propio croar, y anhela acercarse a Sunny y abrazarlo, abrazarlo y nunca soltarlo. Se conforma con Sunny tomando asiento al lado de la cama del hospital. Sunny está aquí. El sol brilla una vez más. "Lo siento."

Basil parpadea, registrando la declaración. "¿Q-qué?" El niega con la cabeza. "Debería disculparme contigo. Yo ... solo quiero protegerte y, sin embargo, todo lo que hago es- "

"Yo les dije."

"¿Tu que?"

Algo retrocede, Sunny se encorva sobre sí mismo. "Yo les dije. Ellos ... créanme ".