¿Por qué limitarse a unos besos inocentes?.
Durante una clase mi mano se poso sobre tu rodilla y fue subiendo lento, tu piel es suave y blanca, así como calida.
Tus mejillas se encendieron, pero no me detuviste, tartamudeaste al responder al profesor, quería reír, todo era más que una sola caricia, sabía que me deseabas tanto como yo a ti.
Ese día en casa imagine todos los escenarios posibles para poder ser libres, amarnos y entregarnos la una a la otra, pero todas me parecían ridículas, solo una cosa era segura, te deseaba, incluso más que a los chicos.
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In my head
Short StoryEstoy obsesionadamente enamorada de ti, Caroline Siempre estás en mi cabeza