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Capitulo 31: Minju, Minho y Sullyoon

"¡Mamá!"

Tzuyu no pudo evitar dejar escapar un pequeño gemido cuando se dio la vuelta desde donde había estado trabajando en el almuerzo para ver a dos de sus hijos correr hacia la cocina, ambos luciendo increíblemente enojados y desafiantes.

"¿Qué pasó ahora ustedes dos?" Preguntó, siempre podía confiar en que los dos gemelos se metieran en problemas con los tres de sus hijos.

"Min-ho tomó mi foto y se echó a reír", dijo Minju, de siete años, cruzando los brazos, sacando el labio inferior y mirando a su madre con sus locos ojos de ónix que le dio el donante de esperma.

"¡No me lo devolverá por mucho que lo golpee!" Se quejó, levantando las manos en el aire con una expresión exasperada que Tzuyu solo podía adivinar que había aprendido de su madre.

"Mira, mamá, me ha estado golpeando de nuevo", se quejó Min-ho, señalando a su hermana acusadoramente. Minju le sacó la lengua.

"Bueno, le tomaste una foto", señaló Tzuyu, apoyándose en el mostrador y cruzando los brazos, tratando de evitar reírse de ellos dos. Ambos de alguna manera se las habían arreglado para conseguir esa personalidad desafiante y obstinada que tanto ella como Sana tenían. Suzy le diría que actuaba exactamente de la misma manera cuando era más joven. Todavía recordaba el día en que Sana los había dado a luz a los dos. Había jurado de arriba abajo que si los gemelos no salían ese día, ella iba a morir.

Tzuyu caminaba nerviosamente en la sala de espera, maldiciéndose una y otra vez por llegar tarde. Pero tuvo que recoger a Sullyoon de la guardería cuando Sana se puso de parto y nadie más pudo. Sana le había hecho prometer que buscaría a Sullyoon primero, antes de llegar al hospital. Eso resultó en que llegara tarde y no pudiera entrar a su habitación. Podía escuchar las maldiciones ocasionales desde su habitación, lo que la hacía sonreír y cubrir los oídos de Sullyoon, lo que hizo que Sullyoon la mirara.

"¿Qué le pasa a mamá?" Preguntó la niña de cinco años, mirando a su otra madre con los mismos ojos marrón chocolate que tenía su madre. Tzuyu despeinó el cabello negro de su hija.

"Nada amiga, solo está enojada", dijo Tzuyu. "Porque tiene mucho dolor".

"Necesita que le laven la boca, eso es lo que necesita", murmuró Sullyoon para sí misma. Tzuyu casi se ahoga de la risa.

"¿Que acabas de decir?" Preguntó Tzuyu. Sullyoon la miró inocentemente, pero había un brillo travieso en sus ojos que Tzuyu veía cada vez que se miraba en el espejo. Sullyoon era astuta. Parecía tener una objeción tranquila incluso para una niña de cinco años y siempre era educada y educada con los adultos, pero también tenía una vena traviesa. Eso es lo que pasa cuando le dejas pasar demasiado tiempo con Park Chanyeol y los hermanos Kim.

"Señora Zhou, ¿le gustaría venir a ver a su hijo e hija?" Preguntó el médico, entrando en la habitación. Tzuyu se enderezó y sonrió. "Su hija tendrá que esperar en la sala de espera, por supuesto. Es un poco demasiado joven para ir con recién nacidos", dijo el médico con simpatía. Tzuyu miró a Sullyoon, preguntándose qué hacer. Realmente no debería dejar a Sullyoon sola, pero quería ver a Sana más que nada.

"La vigilaré", Tzuyu se dio la vuelta para ver a Park Jiyeon, la enfermera que había ayudado a Sana cuando estuvo en el accidente automovilístico, parada detrás de ella. Ella estaba radiante y tenía un estómago muy redondo. Sana y Tzuyu se habían mantenido en contacto con Jiyeon y ella todavía trabajaba en el hospital. "Hola Sullyoon", dijo, sonriéndole a la niña.

"Hola", dijo Sullyoon con timidez, escondiéndose detrás de las piernas de su madre.

"Oye amiga, la Sra. Jiyeon te va a vigilar mientras yo voy a ver cómo está mamá, ¿de acuerdo?" Tzuyu dijo, inclinándose para estar cara a cara con su hija. "Y luego puedes venir y conocer a tu nueva hermana y hermano, ¿cómo suena eso?" Preguntó Tzuyu.