Capitulo 20: Cayendo lentamente

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Para corregirlo a la brevedad
¡Gracias por leer!

"Porque el ritmo y la armonía, sobre todo, se insinúan en lo más íntimo del alma y se apoderan de él con más vigor para traer gracia con ellos".

~ República de Platón

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Tzuyu se despertó con el sol brillando directamente en su rostro desde la ventana abierta. Ella se quejó y perezosamente se cubrió los ojos con el brazo. Una vez más se dio cuenta de cuánto deseaba poder controlar las persianas usando su mente como un superhéroe en esos cómics que leía cuando era pequeña. Entonces no tendría que levantarse y cerrarlos.

Estirándose, se levantó de donde se había quedado dormida en el suelo, los papeles sobre los que había estado tendida habían dejado una huella en su mejilla. Se frotó la mejilla con la palma de la mano y luego cerró las persianas.

Dándose la vuelta vio que la mayor parte de la habitación había sido limpiada. Había sido un desastre anoche en el frenético intento de Tzuyu por componer. La música había sido lanzada donde ella consideró conveniente, sobraron vasos por todas partes e incluso algunas latas de cerveza. Pero ahora toda la música estaba ordenadamente apilada, los vasos habían desaparecido y las latas se habían tirado a la basura. También estaban arrugados, probablemente una señal de lo que Sana pensaba de su hábito de beber. Toda la música en la que Sana había estado trabajando estaba apilada en una ordenada pila sobre la mesa donde se había sentado.

Tzuyu sonrió.

Incluso los lápices estaban organizados por tamaño.

Había una nota sobre la mesa:

Cerebro de algas, tengo que ir a trabajar, estaré de vuelta alrededor de las cinco para la segunda ronda. ~ Sana

Tzuyu dejó la nota y se frotó los ojos cansados. Cogió la hoja de papel que estaba encima de la pila y leyó las palabras que Sana había escrito alrededor del coro. Ella fácilmente eligió una melodía de su mente (tenía un don para la música, y si no lo hiciera, no estaría aquí ahora, ¿verdad?) Sonriendo para sí misma, tomó a Buya de donde estaba en el suelo.

Tocó algunas notas, cantando el coro del verso en voz alta:

Seré tu hombro llorando

Seré amor suicida

Estaré mejor cuando sea mayor

Seré el mayor fan de tu vida.

Anotó las notas en un trozo de papel musical que estaba tirado en el suelo. El coro se había inspirado en un W4W(palabras para los sabios) que había leído en una carta en la que su redactor hablaba de los diferentes "trabajos" de las personas.

W4W: Seré tu hombro cuando llores y siempre estaré mejor y mejor, siempre me esforzaré por amarte, para nunca dejarte ir. Porque una vez que te haya encontrado, mi alma gemela, mi único amor verdadero, si existe el amor verdadero en este mundo desordenado, nunca lo dejaré ir. Estaré ahí para ti, estaré ahí para ti por siempre. Y siempre.

Cuando leyó esa carta, Tzuyu supo que no era para ella, que no era de ella de quien hablaba el autor de la carta. Pero aun así... ella había esperado. De hecho, a veces todavía lo hacía. Durante un tiempo, su escritor de cartas fue la única persona en el mundo que la entendió.

Y luego vino Sana.

Sana, que parecía ser una contradicción andante. ¿Cómo podía alguien tener tanta esperanza y al mismo tiempo estar tan deprimido y solo?

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