𝗞𝗔𝗧𝗦𝗨𝗬𝗨||ᴡᴇᴇᴋ²⁰²¹

⟡𝗘ɴᴇᴍɪᴇs 𝗧ᴏ 𝗟ᴏᴠᴇʀs⟡

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-¿Otra vez aquí los dos?- habló la anciana mujer observando a los dos adolescentes que evitaban mirarse a los ojos.

Tsuyu tenía varias quemaduras de primer y segundo grado en su piel, un par de marcas rojizas que denotaban golpes y un par de lágrimas acumuladas más un labio inferior hinchado por haber sido mordisqueado para soportar el ardor.

Katsuki por otro lado, era un pila humana de moretones, tenía marcas púrpuras en todo su cuerpo, resultado de contundentes patadas de sus ejercitadas piernas y golpes con esa larga, poderosa y singularmente pesada lengua.

Ambos tenían el cabello repleto de suciedad, pero solo ella parecía querer llorar por el dolor que sentía, sin embargo, ambos parecían rehusarse a formar una conversación.

Pasaron varios minutos de la anciana tratando sus heridas de forma manual, pues restringiría el uso de su quirk como castigo para los dos jóvenes que por cuarta vez consecutiva en el mes terminaban en la enfermería por sus filosas conversaciones que siempre acababan en pelea.

Y es que ella no sabía cuándo y cómo callarse, aunque su opinión no fuese requerida, ahí estaba para provocar al rubio con problemas de ira, y esté en su furia le contestaba sabiendo que si la trataba de "metida" no se iba a ofender

Insultos tras palabras ofensivas (más nunca vulgares), ella le golpeaba con su lengua y el con enojo la golpeaba, ella se defendía pero también atacaba... El solo atacaba, ambos seguían y peleaban, Aizawa los frenaba y ambos acababan castigados.

Casi siempre sus peleas se relacionaban con la horrible relación del rubio y su otro compañero peliverde, Midoriya Izuku, a quien Tsuyu se esmeraba en defender como la buena amiga que era.

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No se disculparon, no querían hacerlo y no lo iban a hacer, ella porque no lo creía necesario al estar defendiendo a su amigo y el por simple orgullo... Aunque hasta cierto punto tampoco se consideraba a si mismo el culpable de aquellas peleas (según el, ella lo incitaba, así que era su culpa).

No era algo muy distante de la realidad, ambos tenían la culpa, y tal vez nunca iban a estar de acuerdo en sus formas de actuar, pero a pesar de ese odio que siempre se mostraba evidente en cada discusión que los dos formaban, había algo que forzaba a Tsuyu a provocar a Katsuki, un algo que también parecía impulsarlo a él a no ignorarla.

Y así es como acababan peleando, como si no pudieran evitar el deseo de discutir como si aquella fuese la única forma que tenían de acercarse, ella no se acercaría de forma natural a alguien tan agresivo, y el no iba a acercarse a "una de las amigas del nerd, una simple extra"

Al día siguiente de eso, y además de las heridas que les dejaron como una lección, tenían que asear la residencia completa, los dos juntos, no se miraban a los ojos ni emitían palabra alguna, ambos con la misma idea en mente:

"Si le hablo vamos a pelear otra vez"

Pero a pesar de evitarse constantemente, la tensión en el ambiente no disminuía, había una inevitable atracción que sentían el uno por el otro y que luchaban por ignorar sin éxito alguno...

En un momento determinado, a Bakugou le pareció interesante observar el rostro de la fémina, para el era demasiado interesante, tal vez por lo anti-natural de sus facciones o por sus gestos bastante peculiares. La miraba entre cada paso y cada acción, ella en realidad si notaba aquella obvia observación, pero trataba de desentenderse de ella.

Más, el acabó por distraerse mientras la observaba, no pudiendo evitar el tropezarse con algún objeto que otro de sus compañeros pudo tirar antes de irse. No podía explotar el suelo si no quería otro castigo, dejarse caer era la única opción, pero la amabilidad de la chica a unos metros no le permitía admirar una escena como esa, estiró su lengua y sostuvo al rubio por la cintura con fuerza, evitando que su cuerpo impactara con el suelo.

El se levantó sobresaltado y "furibundo", giró en dirección a la peliverde a sus espaldas y le sonrió de forma agresiva, entonces comenzó a tirar de la larga y elástica lengua de la chica, atrayendola en su dirección, y cuando ya estuvo lo suficientemente cerca como para que sus respiraciones chocaran una con otra, el susurró

- ¿En verdad gustas tanto de provocarme rana?- entonces soltó la lengua ajena esperanzado, y su deseo se cumplió, al recoger su lengua, la más baja no se alejó ni un milímetro de su posición actual

- si, me gusta provocarte kero~- dijo sin una expresión en concreto, el tomó esta frase como un permiso y entonces se acercó para comenzar a devorar los labios ajenos, ella le correspondió sin problemas aquel beso salvaje que logró marcar con muy poca o nula dificultad, gracias a Lu larga y flexible lengua, la cual controlaba a la perfección.

No sabían cómo o cuando la temperatura subió, pero en cuanto lo hizo los besos se hicieron casi adictivos para los dos, que acabaron su sesión con una serie de pequeños mordiscos en los labios del contrario que por obvias razones dejarían marca.

Ese fué el primer encuentro de muchos más, las salvajes peleas en público que aún tenían eran compensadas por besos salvajes y susurros coquetos en el secreto, un extraño amor que nació de un aún más extraña enemistad.

Y que difícilmente iban a poder acabar.

♔-  ⃟ ⃟𝐐𝐮𝐞𝐞𝐧❞⸙°~