𝗞𝗔𝗧𝗦𝗨𝗬𝗨||ᴡᴇᴇᴋ²⁰²¹

»𝗘𝗫𝗧𝗥𝗔: ⟡𝗥ᴇᴅ 𝗧ʀᴇᴀᴅ 𝗢ғ 𝗗ᴇsᴛɪɴʏ⟡

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El beso de despedida fué amargo, un sabor repulsivo sin dudas, el sabor de la ausencia de un mañana fué el último en percibirse en los delicados labios de la chica envenenada que abandonaba aquel ciclo para sumirse en la obscuridad de la muerte a la que fué condenada.

Otra vez la perdería, y nuevamente, la causa de esto sería la muerte.

Pero no se dejó amedrentar por su partida, al menos no las primeras semanas, más lentamente su ausencia ocasionó una gran crisis en su cerebro. No podía mentalizarse, no lograba concentrarse, entonces acudió a una única solución.

-Te lo he prometido, seré el mejor solo para ti mi dulce gota de rocío, pero primero debo alcanzarte, y para lograrlo he de abandonar está vida-

El 20 de Abril de aquel año Tormentoso, un hombre viudo abandonó esa vida para conectar con su amada en la siguiente.

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Se sabía por la leyenda que existe un hilo invisible que conecta a aquellos destinados, un hilo capáz de fracturarse, estirarse, enredarse y acortarse, más nunca de romperse.

También se sabía que aquel hilo invisible suele transmitir de algún modo los sentimientos de quién se halla al otro extremo, siendo esa repentina alegría que no posee un motivo aparente, o el desgarrador sufrimiento del que no hay explicaciones, se tiene por seguro de que no se trata de las emociones propias, sino de aquellas ajenas.

Cuando el renació en aquella vida, no tenía ninguna clase de noción sobre estas verdades que muchos se empeñaban en desafiar al no haber hechos científicos que prueben su veracidad, pero siendo un inocente niño, recibió estos conocimientos de parte de su padre como el más preciado de los tesoros, a pesar de no expresarlo, valoraba está verdad

Solo pregunto una sola cosa al respecto, y solo lo hizo una vez en su vida, todo por cuestión de orgullo.

- mamá, ¿Y cuando se puede ver el hilo?- fué un cuestionamiento inocente, Katsuki era un niño curioso desde el momento en que comenzó a hablar, pero a sus escazos 4 años era orgulloso, y aquel orgullo sería el primero de muchos roces que, a largo plazo iban a destruir sus relaciones, pues el orgullo entero y alzado no combina en lo absoluto con un orgullo igual.

- verás hijo, solo sucede dos veces para la mayoría, así que debes estar bien atento, el universo es cruel, así que el hilo va a aparecer cuando cumplas los diez, pero cuando te encuentres a 20 metros de distancia de la persona al otro extremo, este va a desapare...- Mussaru, su padre, fué quien atendió a su pregunta, tratando de explicarle con paciencia, más Mitsuki interrumpió sus palabras

- ¿Que haces explicándole esas cursilerías de niñitas a Katsuki?, El es un niño, solo tiene que concentrarse en no causarme más problemas como lo hace en la escuela, esas cosas del hilo rojo son para nenas Mussaru- ella alzó su voz desde la cocina, estando allá igual pudo escuchar a la perfección la vos de su esposo explicando aquel tema en particular que de solo recordar le emocionaba (aunque por orgullo simplemente no lo admitía)

- a desaparecer...- concluyó su idea, evitando dejar al niño con el dato a medias, aunque fallando en el proceso por la amenazante mirada de su esposa, evitó comentarle la forma de hacer que el dichoso hilo reapareciera.

Katsuki había escuchado las palabras de su madre, y aunque además de aquello quiso preguntar algo más, tal vez algo como "¿Y si no me gusta quien está al otro extremo del hilo?", Simplemente no pudo por cuestión de su orgullo que lentamente comenzaba a aumentar en el con los desafios de su progenitora.