Sol y Luna,dos dioses que siempre se amaron pero nunca pudieron estar juntos...sí,todos conocemos esa historia,pero muy pocos han oído sobre la leyenda de Louis,hijo de luna,y Harry,primogénito de sol.
Fueron fruto de la tristeza y desamor de un par...
Cuenta una leyenda que los dioses Luna y Sol se enamoraron profundamente el uno del otro.El sentimiento era uno de los más puros ya que aún sabiendo que cuando Luna salía por la noche a alumbrar caminos,acompañar al solitario y velar los sueños de las personas,Sol debía esconderse y cuando éste se colocaba en lo alto del cielo su amante debía dejarlo para que pudiera brillar con intensidad proporcionando calor y haciendo un nuevo día.Esto los lastimaba a ambos pero no podían simplemente dejar de amarse,fue así como se creó eleclipse.
Una noche cada cinco años,Luna y Sol podrían disfrutar la compañía del otro y compartir ese amor y pasión que albergaban en sus interiores con su pareja;al llegar el momento en el que debían de despedirse y separarse nuevamente,una enorme tristeza y desolación los inundaba haciendo que sus corazones se agrieten y en sus hombros sientan el peso de diez mil kilos de rocas.
La condena de la espera les dejaba amargo sabor en la boca,borrando casi por completo la dulce esencia de los besos compartidos.Tan grande era aquella pena que los carcomia día y noche sin descanso a cada uno que simplemente no fueron capaces de soportarla provocando que murieran y sus almas se fraccionaron para formar a dos jóvenes de tez canela.
Hijos de Luna y Sol,nacidos del dolor,llanto y tristeza.Acunados entre penas,amando a su otra mitad como a ellos mismos,necesitando el uno del otro para poder sobrevivir.
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Bajo el blanco manto de la Luna nació un niño con ojos azules cual profundo mar,labios del mismo tono rojizo que los pétalo de las bellas rosas,piel suave como las nubes que decoran el cielo y salvaje cabello color chocolate.
La diosa lo bautizó con el nombre de Louis;él nació sabiendo como se sentía el amor,ya que era una parte de su ser,también sabía lo que era la eterna espera,ya que fue fruto de ésta.Conocía muy bien el sentimiento de tristeza y soledad porque día a día lo sentía al no tener su otra mitad a su lado,sin saber como provocar un eclipse se convenció de que nunca podría tener en frente a su amada alma gemela.
Se lamentaba en silencio al igual que como lo hacía su madre;cuando el dolor era tanto que no podía soportarlo simplemente bajaba con los humanos dejando el cielo a oscuras.Las estrellas sentían pena por el joven por eso,en esas noches,se esmeraban en brillar lo más que podían para que él no se preocupara.Aunque no lograban igualarlo Louis tomaba en cuenta su esfuerzo y se los agradecía.
En esa oscura noche él descendió de los cielos llorando,sus profundos ojos estaban cristalizados y rojos,sus suaves mejillas se encontraban mojadas,y por más que las secara con sus manos,estas no demoraban en ser recorridas nuevamente por salados mares.
