(autora)
Cuando iba en el kínder, mí maestra llegaba a capturar insectos para posteriormente liberarlos después de hablar de ellos. También durante ese tiempo llegué a creer que los azotadores (los gusanos u orugas que son negro y se ven peludos) eran insectos mortíferos y que una vez que hicieran metamorfosis serían mariposas negras lanza espinas con veneno mortal.
Entonces, un día en el kínder la maestra trajo un azotador, y mi pequeña yo de cinco años iba entrar en pánico, pero recordó que el insecto estaba en un frasco. Pasó la clase y todo normal hasta que la maestra dijo — Es hora de liberarlo, niños.
Entré en pánico, y empecé a decir que, si se liberaba, se convertiría en una mariposa que podría matar a varias personas. Mi maestra, obvio, no se iba a quedar con el azotador, y sólo se limitó a dejarme en el salón mientras mis compañeros y ella iban a las jardineras para dejarlo ahí.
Y fin. Sí, estaba mas pendeja antes, pero pues sólo era una niña.
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Pendejadas para escribir
De Todoen este rincón solo escribiré lo primero que quiera escribir, creando capítulos distintos y sin secuencia. Evidentemente va haber capitulos que nunca publicaré o tardaré en, ya sea por pena o porque sienta que no son lo suficientemente buenos. Bueno...