"Señorita, por el amor a Rex lapis. No puede solo pedirme que venga a exorcisar su casa y no pagarme"
Dijo el jóven de cabellos celestes, sus ojos eran del mismo color. Complementando de forma perfecta su vestimenta, su mirada y su aura frías como el invierno
Se sentía molesto pero su rostro expresaba todo lo contrario, de hecho. Apenas expresaba algo. Parecía muerto en vida aunque esa no fuera su intención
"¿Y pretendes que crea que hiciste algo cuando solo entraste, te quedaste parado unos minutos y luego me dijiste que ya terminaste?
"pues.. ¿Sí?.."
"No busques que te demande, pequeño estafador"
"Señorita, yo-"
Sin dejarlo terminar, esta le cerró la puerta en la cara
Estaba ofendido y molesto, quería tocarle la puerta y reclamar las moras y disculpas que le debía por hacerlo ir hasta allá por un simple espíritu, pero no podía, debía reprimir sus emociones o de lo contrario se descontrolaría armando una escena peor
Suspiró, pensando en que lo mejor sería tan solo alejarse de esa casa e intentar pensar en otras cosas, sino su positividad congénita se apoderaría de él antes de que se diera cuenta, prefería evitarse eso, todavía recordaba con vergüenza esos regaños en los que le contaban todo lo que hizo en su estado de descontrol
Al oír todo eso, quería que la tierra lo tragara sin piedad alguna para que así su frío cadáver fertilizara un hermoso árbol cuyo destino sea ser utilizado para ser talado y tallado hasta crear un fino bate; bate el cual caiga en las manos equivocadas y sea utilizado para darle a alguien un fuerte golpe digno de dejar chimuela a esa persona, finamente rompiendo aquel bate en el proceso para así ser consumido por el tiempo hasta no ser otra cosa más que aire invasor de la región vecina
Pero nunca diría eso en voz alta, obviamente
Sacó una fría paleta para así empezar a comérsela, lamiendola e incluso mordiendola con toda la paciencia del mundo, pues en sus manos y acompañado por el frío bosque en el que estaba esta nunca se derretiría
Le gustaba la atmósfera, tan calmada, fría y silenciosa. Oscura pero a la vez reconfortante, era casi perfecta de no ser por el hecho de que también era solitaria, no tenia con quién compartirla
Era hijo único y sus padres eran gente ocupada, no podían darse la libertad de estar todo el tiempo con él. Además, estuvo tan enfocado en sumergirse en el mundo del exorcismo siendo alimentado por la sed de algún día poder enfrentarse a un espíritu que no le metió mente a hacer muchos amigos, en esos momentos solo tenía a Xiangling
Y bueno, ella era un espíritu libre. En esos momentos probablemente estaba cazando el último espécimen de una criatura en peligro de extinción para volverla una exótica comida la cuál sería su destino probar en cuanto regrese a la ciudad, pues para eso están los amigos
No era su cosa favorita ya que lo que preparaba generalmente estaba caliente o era picante. Pero no podía negar que todo lo que cocinaba parecía estar bendecido por el mismísimo arconte dándole un sabor fantástico, negarse era netamente imposible
Sonrió levemente al pensar en eso, quizá sería buen momento para volver e intentar olvidarse de eso de forma definitiva, quizás hasta pasear o acompañarla a buscar ingredientes, ambas cosas estarían perfectas en ese momento
Pensó, consultando su mapa para poder ubicarse mejor y así recordar dónde estaba y cuál era el camino, no frenaba su paso, pues realmente dudaba que hubiera alguien ahí a la cercanía además de él. El lugar era todo menos bonito como para un paseo
Pero tal y como se mencionó antes, le gustaba mucho, le daba la falsa ilusión de que quizá podría ver algún espíritu o entidad que pudiera soportar su extraña peculiaridad, pues no, él no era como los otros exorcistas de su familia
Nació con algo que sólo tenían unos pocos en su familia, la positividad congénita. Una condición que provocaba una sobrecarga de energía positiva en su cuerpo provocando que los espíritus malignos huyeran de él. Cualquiera pensaría que aquello es una bendición para un exorcista, pero para él era un verdadero infierno
No podía acercarse a las cosas calurosas ni consumir picante, debía utilizar ropa ligera y constantemente salir con un paraguas para no terminar siendo afectado con el calor. Tampoco podía mostrar sus emociones de forma más libre y constantemente debía consumir paletas heladas, era horrible, pero tampoco se quejaba al respecto
Ya llegaría el día en el que podría controlar su condición y hacer cosas que otra persona podría, como beber cosas calientes. Cada vez que pensaba en eso se daba cuenta de lo mucho que se estaba perdiendo. Pero tampoco es como que se arrepintiera al punto de tener una crisis, si positividad le cerraba puertas y le abría otras
Realmente no sabía cuáles eran esas puertas abiertas, pero no quería ser tan negativo pensando que estas simplemente no existían, las emociones negativas le harían mal y no estaba como para reparar en gastos si terminaba dañando propiedad privada otra vez
Pero de pronto algo lo sacó de sus pensamientos. Era un sentir extraño que intensificó sus latidos provocando algo relativamente anormal en su pecho. Se sentía frío, pero de alguna manera no era un frío congelante
Y él lo sabía, pues cada paso que daba provocaba que esa extraña sensación se sintiera cada vez más potente. Sin embargo, quería acercarse más, es como si el frío de su pecho hubiera añadido una repentina intriga o curiosidad en su ser que lo hacía avanzar
No corría, solo caminaba rápido, pues el extraño sentir de que lo mejor sería detenerse provocaba una mezcla de intenciones mixtas en él. Quería ver qué era aquello que le provocaba una extraña atracción, pero a su vez quería alejarse
Conocía ese lugar como la palma de su mano, tanto que sabía exactamente hacia dónde se estaba dirigiendo. Un lugar iluminado por pequeñas luces azules que te entregaban una atmósfera bonita y romántica, probablemente lo que fuera que estuviera ahí estaba sentado pasando el rato
Sin embargo, antes de poder ver de qué se trataba ese frío desapareció repentinamente dejando en él una sensación de vacío. No le molestaba que este se fuera, pero ese sentimiento de intriga era lo que hacía que avanzara sin pensarlo mucho, ahora que se había esfumado sus pasos se volvían cada vez más lentos hasta detenerse por completo
Sólo se detuvo para pensar mejor. Era la primera vez que sentía algo así en su vida, por lo que tenía muchas preguntas
Lo único de lo que sí estaba seguro es que necesitaba saber qué fue eso, todavía habían muchas cosas sobre su condición que no estaban bien documentadas por lo rara que era. Pero eso estaba lejos de importarle, estaba más que dispuesto a averuguarlas por si mismo.
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Positividad Demoniaca [Xingqiu & Chongyun] (Pausada)
FanfictionPortada en proceso, ojo El camino del exorcista es repeler a los seres malignos de la tierra, sin embargo. Muchas veces tiene sus dificultades, dificultades las cuales pueden costarte más de lo que crees.