Las Aventuras de Super ZabeMan!

Piloto

"El mundo es demasiado grande, no vas a lograrlo"
Puedo escuchar esas voces, miles de ellas, necesitan de mí.
"Él no te ama", "Ríndete", "Se nace con talento, cada cuál lo que le toca" se escuchan más alto, pidiendo auxilio.
Mi nombre es Zabes; algo extraño no? Vengo de un planeta muy lejos de aquí, pero ya luego les hablaré de eso. Desde pequeño, podía escuchar esas voces, tristes y rotas. Necesitan de mí, siempre pensé... Entonces, vine a la tierra con esa misión, ayudar a aquellos que perdieron la esperanza, y para ello, me convertí en "Super ZabeMan" o "ZabeMan" como prefieran decirme, el héroes que salvará sus corazones...

9:30am Cafetería-Bar "La Fortuna"
Mi objetivo estaba localizado, tomando su café habitual descafeinado. Su nombre es Andrea. Llevo estudiandola hace un mes, conozco su rutina diaria, aburrida de hecho. La encontré  en un parque,  a punto de declarase a un muchacho, un extra realmente, porque no posee atractivo ni cualidades destacables. Continúo, el extra la rechazó ese día, destruyendo su autoestima en pedazos. Los humanos, necesitan de relaciones personales íntimas para desarrollar "confianza" en si mismos. Desde entonces, y en las sombras, mi misión es encontrar un verdadero amor para su existencia.

Ya terminando su café, la chica sale a trabajar. Con 25 años, independiente, es guía en museo de historia antigua en el centro de la ciudad. No entiendo que le ven los humanos a recordar la historia, en mi planeta, dedicamos más tiempo a estudiar el futuro en el viviremos, pero gustos de especies, no los culpo por ser inferiores, necesitan mi ayuda.
Ya conocida su rutina, mi plan es presentarle otro espécimen de su edad para que procreen y tengan una vida promedio feliz. Para mi suerte, mi búsqueda fue rápida, había un jóven que trabaja en ese mismo museo y está atraído por ella.
-Hola Andrea- Se acercó el muchacho hasta el cubículo dónde ella comienza el punto d inicio de las excursiones.
-Hola Victor- dijo distraída mirando continuamente se reloj.
Hoy es el día planificado para que mi plan comenzará a funcionar. Se conocen de hace tiempo, aunque sus conversaciones casuales hacen que no lleguen a más nada que saludos; por ahora...
Me sitúe a las afueras de edificio, un pequeño rincón dónde se acumula la basura y no acuden personas a esa hora. Presioné con mis extremidades unas columnas del edificio. Al instante, la tierra empezó a temblar, saliendo grietas del edificio, desquebrajando las paredes, colapsando la entrada, salida y algunas habitaciones menos importantes. Todo super héroe tiene poderes, aunque les parezca cliché; y tengo unos cuantos saben...
Los gritos de la multitud se hacían escuchar, y personas de los edificios y lugares de alrededor se reunían y rodearon el museo. Algunos tiraban fotos, otros llamaban ambulancias y servicios de ayuda, y el resto hacía de espectador.
Con mi vista de rayo infrarrojo, observé cómo en la 2da planta, se encontraban cautivos en una habitación mis objetivos, aislados del resto de los afectados. Ambos estaban ilesos y asustados, tomados de las manos.
-Estás bien Andrea?- Ella entre sollozos, lo abrazó fuerte,
-Tengo mucho miedo- Sus manos temblaban, producto del pánico natural que sufren los humanos.
Mi posición era poco efectiva, necesitaba acercarme a ellos, y la multitud de personas crecía rápido. Usé mi invisibilidad e intangencia para atravesar los muros al lobby, lugar dónde se concentraba la mayoría de las víctimas.
-Tenemos que salir de aquí- Victor tenia su brazo izquierdo lesionado, con un dolor intenso, pero se mantenía inexpresivo para no asustar aún más a la chica.
Yo ya había logrado acceder a la segunda planta, dónde estaban encerrados la pareja.
Comenzaron a gritar auxilio, aunque sus voces apneas atravesaban los gruesos escombros de la habitación.
La segunda parte de mi plan era darles el tiempo suficiente para que pudieran interactuar más, así que sellé las conexiones móviles cercanas con mis poderes, y aislé todos los sonidos externos e internos.
-¿Mi celular no funciona, qué hacemos?- dijo Andrea preocupada.
-Tenemos que esperar la ayuda, deben estar en camino- Le contestó con confianza, aunque en el fondo seguía preocupado por no poder sentir ningún sonido de afuera.

13:00pm Museo Central
Pasaron dos horas conversando, más del quehabían pasado en total desde que se conocían. El joven se aseguraba de mantener la conversación, distrayendo a su compañera todo cuanto pudiera. Ya era hora de la tercera etapa de mi plan.
Varios equipos de rescate evacuaron casi por completo el edificio, pero yo me dedicaba a complicar su avance a la segunda planta creando obstáculos. Con un golpe, terminé resquebrajando el suelo, conectando la habitación de la pareja con el lobby de la planta baja ya desocupado.
-El piso está inestable- Andrea se asomó por el hueco creado, y asustada por la altura, retrocedió, -qué hacemos?-
Saltar de una altura así es complicado para las rudimentarias habilidades físicas de los humanos, que por increíble que parezca, se hacen llamar superiores y domestican animales más capaces de realizar esas acciones.
Victor miró una de las exhibiciones de la habitación, medio en ruinas, que tenía una soga gruesa que aislaba a los niños traviesos de las exposiciones. Amarrando la soga a una columna, dejó caer el resto de esta por el hueco, siendo lo sufienciente larga, cómo para hacer un salto al piso inferior.
Le comentó su plan a Andrea; indecisa y asustada se negó a realizarlo. Faltaba mi último empujoncito.
Realizando palmadas, hice temblar ligero el suelo, asustando más a la jóven. Temerosos del posible colpaso, Andrea sujetó fuerte al muchacho, y agarrados de la soga, fueron descendiendo. Un grupo de rescate, que terminaba de inspeccionar la zona, los vió y terminó ayudándolos, abandonando el edificio destruido casi por completo.

Salieron noticias del accidente durante varios días, atribuyendo la causa a posibles deslizamientos de tierra no estudiados por los científicos. Mientras, la jóven pareja se recuperaba y hablaban todos los días. Su vida se había conectado tras sobrevivir aquel "accidente". Dos meses después comenzaron a salir formalmente, Andrea se había enamorado de su salvador, que mantenía la calma y la protegía. Mi trabajo una vez más había concluido, feliz, los humanos me necesitan; puedo escuchar sus débiles voces pidiendo mi auxilio. Mientras el mundo este lleno de peligros, yo estaré ahí para remediarlo, porque yo, soy ZabeMan, heroe de la humanidad.