Volvimos a clase y te sentaste a mi lado.
Permaneciamos callados hasta qye rompiste el hielo con este simple chiste: " Había un perro que se llamaba pegamento, se cayó y se pegó". Aunque fue una mierda de chiste consiguió hacerme reir.-Una chica risueña-
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Cartas al amor de mi vida (Completa)
NouvellesTanto tiempo sin verle y tantos sentimientos que vuelven a resurgir de la tumba. 25 cartas le escribo y ninguna llegará a leer. En ellas expreso mis sentimientos, todo aquello que nunca tuve el valor de decirle a la cara.