ℜ𝔬𝔪𝔢𝔬 𝔶 𝔍𝔲𝔩𝔦𝔢𝔱𝔞 𝔫𝔬 𝔭𝔞𝔰𝔞𝔫 𝔡𝔢 𝔪𝔬𝔡𝔞

𝒰𝓃 ℯ𝓇𝓇ℴ𝓇 𝓃ℴ 𝒸ℴ𝓃𝒹ℯ𝓃𝒶 𝒶 𝓉ℴ𝒹ℴ𝓈

Pov Sarada.
Había bajado a comer con mí mamá y me siento mientras nos sirven la comida.

– Sarada como te ha ido en la escuela- dijo mí mamá

– Bien todo bien- dije

– Y algún chico que te guste o que te parezca lindo- dijo mí mamá

En eso en mí cabeza apareció en mí mente a Boruto leyendo y después apareció en mí mente lo de hoy yo con el besándonos y el con una sonrisa arrogante pero a la misma vez muy contagiosa pero sabía que si le dicia a mí mamá que la persona que me atraía era un Uzumaki yo iba a ser la que estaría tres metros bajo tierra.

– No nadie todavía no me siento lista para estar en una relación- dije

– Oh te había preparado una cita con el hijo de una amiga su hijo vivía en Londres se llama Inojin que te parece si sales con él pero en plan solo como amigos- dijo mí mamá

Sabía que si me negaba me iba a preguntar más cosas pero por ahora prefería solo aceptar y cuando pudiera le diría que yo quería concentrarme en mis estudios y me dejaría de molestar.

– Si porque no pero puede ser el sábado o el domingo es que estos días estoy muy ocupada con las clases- dije

– Claro que sí mí amor iré a decirle a mí amiga por ahora sigamos comiendo- dijo mí mamá

Siempre iba a ser así yo siendo sumisa ante mis padres, nunca les decía que no ya que siempre me decían que era un favor que me hacían que si yo quería entrar al centro de alumnos no pero mí papá había estado, que si quería prácticar tiro al arco no pero a mis abuelos les gustaba y que si yo quería estudiar economía no pero mí papá quería que siguiera con la empresa en que momento podía ser lo que yo quería sin que me dijieran que estuviera mal con mí familia no iba a poder nunca pero afuera de ella con Boruto si podía y tal vez la única forma de ser yo misma era estar con alguien que ya no tenía una conexión con su familia.

Pov Boruto.
Había llegado a la casa después de que había estado con Sarada, entre por la puerta de atrás y fui a mí habitación, me saque la camisa del uniforme y me puse una polera sin mangas ancha de color blanca y en eso tocan la puerta y abre la puerta y veo que es mí mamá.

– Paso algo- dije

– No solo quería saber si quería algo para comer hoy van a cocinar sushi- dijo mí mamá

– Comi afuera aparte de que se que hoy llega el señor Uzumaki de su viaje y prefiero evitar conflictos en la mesa- dije

Me siento en la cama y veo que mí mamá sigue ahi viendome y veo que se fija en mí tatuaje de las costillas.

– Cuando te hiciste ese tatuaje- dijo mí mamá

– Hace tres años tenía 16 la abuela me llevo fue un regaló que me hizo- dije

– No me lo habías contado- dijo mí mamá

– Y dime mamá cuando en que navidad o en qué cumpleaños es que no me acuerdo en cual estuviste presente- dije

– Boruto no puedes culparme por las decisiones de tu padre- dijo mí mamá

– No te culpo creme sigues siendo mí mamá pero no es normal que tu propia madre se ponga a favor de mandar a su hijo con sus abuelos solo porque su esposo digo que es lo mejor- dije

– Boruto tu no entiendes- dijo mí mamá

– Que no entiendo mamá dime que porque me equivoque en una respuesta de matemáticas me tenían que mandar a otro país, que no entiendo que por un error yo me tuve que joder dime mamá fui un mal hijo, cada navidad y cumpleaños desde los 11 quería que fueras pero nada nada y cuando a los 14 me di por vencido me di cuenta que mí mamá mí propia mama había elegido a su esposo y su vida perfecta antes que a su hijo- dije

– Boruto perdón solo eso- dijo mí mamá

– Pídeme perdón cuando realmente lo sientas que por ahora solo eres mí mamá y yo solo vivo acá por aparecías- dije

Mí mamá sale de mí habitación yo solo me tiré a la cama esto de vivir acá ya no me estaba gusto, abro la puerta ya que iba al baño y veo que Himawari estaba por tocar y yo solo la esquivó hoy no estaba para sus regaños, me lavo y hago mis necesidades y entro a mí pieza y busco en mí teléfono y marco un número.

– Que pasa Boruto- dijo Sarada

– Tienes tiempo es que quiero hablar contigo- dije

– Claro que si de que hablamos- dijo Sarada

Tu eres la única cosas buena que a pasado desde que llegué ojalá no te pase nada malo por mí culpa.

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