"Nuestro último café" One-shot

60 6 1
                                    

24 de mayo.

Fue hoy cuando mi vida se derrumbó por completo, todos mis sueños se fueron por la borda y ahora solo me queda «Vivir» para esperar lo que más temo. Por un momento pensé en acabar con todo, de todas formas mi vida acabaría pronto, aunque así terminaría con el sufrimiento mas rápido pero me arrepentí al pensar que haciendo eso me haría ver cómo una cobarde.

Decidí irme de mi casa, no quería escuchar a mí familia fingir tristeza, lo que menos necesitaba ahora era oír y estar en esta casa llena de hipocresía.

El parque de cerezos me parecía la mejor opción. Lejos, calmado y con la vista más hermosa. Es mi lugar favorito para escabullirme y sumergirme en mis libros. De esta forma siempre termino escapando de mis problemas.

Una vez allí, me senté en la banca, frente al río lleno de pétalos rosas. Es realmente fantástico tan solo sentarse a verlo.

Por un momento, quedé totalmente perdida en mis pensamientos, mi mirada se encontraba ¿Perdida? O tal vez era yo misma la que no me hallaba...

—Auch —Sentí un golpe en mi brazo izquierdo y cuando volteo a ver me encuentro con el rostro de una chica preocupada, su cabello castaño ondulado y alborotado se encontraba sobre su rostro y su manera de comportarse es un poco torpe ¿Tendrá un mal día?

—Lo siento, no fue mi intención molestarte, estaba un tanto distraída y no noté lo brusca que fui al sentarme.

—No te preocupes —Le regale una sonrisa— ¿Mal día?

—Realmente sí, pero no tiene nada de importancia. A ti también te note cómo perdida, ni siquiera notaste cuando pase frente a ti ¿Te encuentras bien?

No, hoy me enteré que tengo una enfermedad mortal, sentí como mi vida se terminó de derrumbar y vivo con una familia que realmente detesto.

—¿Lo hiciste? Lo siento, si estaba un poco distraída,  pero me encuentro bien —Mentí.

—Tu cara no dice lo mismo, créeme que noto cuando alguien no la está pasando bien, pero no te molestaré ni insistiré para que me cuentes, al fin y al cabo soy solo una extraña —Soltó una carcajada la cuál me contagió.

—Me agradas, tu confianza ante una desconocida me parece tierna —Sonreí y ella me devolvió la sonrisa.

—Tambien me agradas ¿Te gustaría ir por un café?

—Si, claro, conozco uno aquí que es muy bueno.

Nos levantamos para dirigirnos hacia allá y note que traía una carpeta con dibujos dentro.

—¿Dibujas? —Pregunte y noté que esa pregunta podría resultar tonta ¿Acaso no es obvio?

—Oh, si. Bueno, hace mucho no lo hacía pero creo que lo extrañaba. De pequeña solía venir aquí con mi mejor amiga y nuestras madres. La última vez que lo hice fue cuando tenía 15 años, desde ese entonces no he vuelto a dibujar ni a venir por acá hasta ahora, seis años más tarde...

—¿Puedo preguntar porqué?

—Si, si puedes. Cuando estemos en el café prometo contarte todo

Sólo asentí y continuamos nuestro camino.

[. . .]

—¿Quieres hablar sobre el hecho de qué dejaras de dibujar? —Pregunté luego de darle un sorbo a mi café

—Bueno, se que te dije que lo haría, pero... Es algo que me duele hablarlo, aún después de seis años, me causa dolor...

—Oh, está bien, no debes contarme si no quieres —Hizo una pausa que realmente note cuánto le dolía hablar de ese tema. En sus ojitos color miel cristalizados, se notaban...

Nuestro último café Donde viven las historias. Descúbrelo ahora