17

75 11 0
                                    

Me encontraba levantandome pues en menos de media hora tenía clases, pero había un problema y es que tenía demasado sueño. Creo que tuve que haber dormido alrededor de 2 horas

-Ya me voy- Avisé a mi madre antes de salir de casa, por suerte paso un autobus en el mismo momento en que salí así que pude llegar a tiempo

-¿Estás bien?- Preguntó Inuyasha muy preocupado a penas me vió

-Si, ¿Por qué?-

-No te ves nada bien- Susurró Inuyasha muy serio

-Solo no tuve buena noche, eso es todo- Dije con tranquilidad, el problema sería disimular con Sango. Pues no quiero que sepa que estoy inseguro solo porque leí algo que no debería en su diario

Me dirigí hacia donde se encontraba Sango para saludarla y ahí se encontraba con Aome, Suikotsu y Hojo. Permanecí tranquilo a pesar de estos dos, aún así noté que Suikotsu miraba demasiado a Sango. ¿Acaso no se ha rendido todavía? ¿O busca provocarme?

-Hola Sanguito- La saludé mientras me sentaba a su lado y pasaba uno de mis brazos por encima de sus hombros

-Hola Miroku-

-Rayos, ¿por qué no me esperas idiota?- Preguntó Inuyasha muy serio en cuánto llegó aquí

-Jajajaja no exageres, es raro que actúes así-

-JA, has lo que quieras- Respondió mientras se cruzaba de brazos. Luego miró dulcemente a Aome -¿Vamos a dar una vuelta?-

-Claro que si- Respondió Aome mientras le dedicaba una sonrisa y se iban tomados de la mano -Nos vemos luego Sango-

-Si-

El día transcurrió normalmente, el problema es que Hojo se la pasaba a cada momento con nosotros, no es que esté celoso pero creo que Sango y yo necesitamos un momento para los dos. Ya me encontraba saliendo de clases, pero tenía entrenamiento así que no pude ir a dejar a Sango a su casa. Lo que me sorprendió después es que a mitad de entrenamiento Sango llegó para vernos

-Bien chicos, es todo por hoy. Pueden ir a cambiarse y regresar a casa- Anunció nuestro entrenador, así que esto significaba que ya eran las 6 de la tarde

Me dirigí hacia a Sango, ella me abrazó y le dije que me esperara para ir a cambiarme. Cuando regresé vi que un chico estaba hablando con ella así que me escondí para saber de qué hablaban

-Bueno solo quería que sepas que me gustas demasiado, no sé si tienes novio o no, pero quiero que sepas que siempre podrás contar conmigo y que si estás dispuesta podemos empezar a conocernos- Aquellas palabras hicieron que me sintiera molesto. Y aunque sabía que no debía preocuparme... Una parte de mi tenía miedo de que me la arrebataran

-Lo siento...- Se disculpó Sango -Tengo pareja y de hecho lo estoy esperando-

-Oh, bueno...- Se quedó callado por unos momentos -En ese caso te esperaré... y si me necesitas estaré para ti-

-Agradezco tus lindas palabras, lo tendré en cuenta- Parecía un poco nerviosa

-Bien, adiós- Se despidió para luego irse

-¿Quién era él?- Dije poco después de que se fuera, haciéndo que se sobresaltara del susto

-Miroku...- Me miró y luego de unos segundos volvió a hablar -Es un chico de otra clase que se acercó a hablarme, pero no te preocupes no es nada importante-

-Ya veo....- Respondí -¿Por qué no me dijo directamente que es un chico que está detrás de ella?  ¿Sabrá que los escuché o algo?- Pensé seriamente, se que no tengo que desconfiar de ella pero me siento preocupado, pero seguramente no es importante para ella y por eso lo dijo así, tal vez se quería ahorrar problemas. ¡Dios que frustrante!

-Miroku....- Dijo Sango sacándome de mis pensamientos -¿Estás molesto?-

-No lo estoy- Respondí para luego tomar su mano

-¿Seguro?- Preguntó mientras me miraba -Solo era un pretendiente, creí que esto sería un problema por eso no lo dije.... Además, solo me importas tú-

La miré sorprendido, no esperaba que me dijera eso. Así que... Solo quería ahorrarse problemas

-Igual pensé que lo conocías, ¿entrena con ustedes no?-

-Si no me equivoco el está en Basquetball así que no sé que hacía aquí- Respondí con simpleza al recordarlo

Ambos ibamos de la mano y fuimos a mi casa, casi olvidé que tenía que presentarsela a mis padres.

-Mamá y papá, ella es mi novia. Su nombre es Sango-

-Es un gusto señorita- Dijo mi padre mientras le sonreía

-El gusto es mío-

-¡Yo te recuerdo!- Dijo de repente mi madre -Eres la chica que vino a ver a mi Miroku una vez que enfermó-

-Si...- Dijo Sango un poco avergonzada

-Tengo muchas cosas que preguntarte-

-Iré a dejar mis cosas a mi habitación mientras- Avisé mientras miraba un poco preocupado a Sango y mi madre

-Ve tranquilo, no le haré nada a tu novia- Dijo mi madre con mucha seriedad

-¿Estás bien con esto Sango?- Pregunté y solo asintió, pero parecía muy nerviosa -No tardo-

Rápidamente fui a mi habitación y dejé mis cosas encima de la cama, pero en eso vi el diario de Sango el cual estaba a la vista. ¿Qué estupidez pensaba antes al imaginarme que no se molestará? La conozco y sé que si se entera de esto estaré en graves problemas así que rápidamente busqué un escondite y guardé el llamado diario de vida para luego volver con mis padres y Sango

-Vol...- No acabé de decir esto ya que escuché a mi madre contar un acontecimiento vergonzoso de mi infancia, la risa de Sango no tardó y ahí se encontraban todos riendo -¡Ahem!-

-Oh, lo siento- Dijo rápidamente Sango

No dije nada y me senté junto a Sango, pero mi madre fue a a servir los platos y la acompañé. Aunque Sango no tardó en ir con nosotros

-No es necesario Sango, tu eres la invitada- Dije con tranquilidad para que volviera a la mesa

-Pero yo quiero ayudar-

Al final luego de un par de minutos dejamos todo en la mesa, no pude convencerla de que se quedará en la mesa así que el que se resignó fui yo. Luego de comer seguimos hablando de varios temas más y por alguna razón mi mamá y Sango se entendieron de inmediato. Se tomaron confianza rápido.

-Bueno, iré a lavar los platos-

-¿Necesita ayuda?- Preguntó Sango mientras se levantaba para ayudarla

-No es necesario, ha sido suficiente por hoy-

-Está bien...- Le dedicó una sonrisa -Bueno.... creo que debería volver a casa-

-Te iré a dejar-

-Bien, vayan con cuidado- Dijo mi madre con tranquilidad

Luego de que Sango se despidiera de mis padres nos dirigimos a casa de Sango, ya allí saludé a su familia y después volví a casa

-Es muy agradable esa chiquilla y se ve que se apropiada para ti- Dijo mi madre más tranquila -No es como las otras que has tenido y eso me alivia también-

-Me alegra que ella te agradara-

-Si- Respondió -Bueno... creo que deberías ir a dormir. Tienes campeonato mañana, ¿no?- Preguntó mi madre

-Si-

Luego de dar las buenas noches me dirigí a mi habitación, aún así antes de dormir... Tomé el diario de Sango

"Querido diario:
Las vacaciones están a punto de terminar y hoy... Alguien casi descubre mis secretos, sería muy vergonzoso si alguien lee todo lo que he escrito, así que tendré que ser más cautelosa. A la única que puedo confiarle estos secretos es a Aome, así que ya no sé si seguir escribiendo..."

-¿Qué demonios? ¿Esto es todo?- Pregunté un poco soprendido pero ya mañana lo averiguaría, pues tenía algo de sueño, así que al rato me dormí

Continuará....

Maratón 3/5

El diario de mi amada (Miroku x Sango) [REANUDADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora