El diario de mi amada (Miroku x Sango) [REANUDADA]

25

Llegué a la casa de Kaori, quién ya me esperaba ahí.

-¡Hola Miroku!- me saludó animadamente.

La saludé de vuelta y me hizo pasar a su casa.

-Por favor toma asiento- dijo Kaori un tanto nerviosa. -¿Quieres algo para tomar?-

-No, no es necesario. Seré breve y me iré- aclaré, mi tono era un poco serio.

-Está bien, ¿que ocurre?- Preguntó un poco preocupada, me parece que es por mi tono serio

-¿De casualidad no le has hecho algo a mi novia?- Pregunté con un tono serio, el que se hayan hecho "amigas" repentinamente era algo muy extraño, además de que Sango estaba muy rara.

-¿Me ves capaz de hacerle algo?- Preguntó con un tono ofendido -¿Te dijo algo sobre mí?- Esas palabras me hicieron tener un destello de sospecha.

-No, pero ha estado actuando extraño hoy- Hice una pausa. -¿Seguro no has hecho algo para que se sienta incómoda? Está actitud no es propia de ella-.

-Claro que no, sabes que no me atrevería a hacer tal cosa- Respondió seriamente -Tu me conoces y sabes que no soy ese tipo de persona.- Se queda en silencio por varios segundos. -Sigo siendo la misma Kaori que conociste-.

-No lo sé- mi tono fue un poco cortante, cosa que no era habitual -Han pasado años desde la última vez que nos vimos. Además, uno nunca termina de conocer a las personas-

-¡Te aseguro que no es así! ¡Por favor creeme Miroku!- Su tono era un poco desesperado mientras me tomaba de los hombros. -¡Te dije que no iba a interferir en tu relación y no lo estoy haciendo!-

-Bueno, bueno... Te voy a creer- Dije para que estuviera tranquila pero para mis adentros había algo que me hacía desconfiar de ella. Estaba casi seguro de que no era la misma persona que conocí.

-¡Gracias!- Me abrazó fuerte lo cuál me puso un poco nervioso, luego besó mi mejilla antes de que lo notara.

-Por favor no vuelvas a hacer eso, creí que ya habíamos hablado del tema-.

-Pero Miroku... No es como si hubiera alguien para malinterpretar la situación-.

-Tal te dije que respetes mis decisiones, incluso el que te pidiera dejar de hacer esto.- Mi tono era muy serio.

-Como digas- Rodó los ojos mientras se cruzaba de brazos

-Ya me voy- Dije en tono de despedida para luego irme.

-Te vas a arrepentir Miroku- Había dicho algo más mientras me iba, pero no alcancé a escucharlo porque estaba centrado en mis pensamientos de resolver la situación con Sango.

Por alguna razón tuve la sensación de que iba a tener que estar pendiente de mi entorno, sobretodo vigilar a Kaori porque no le tenía confianza a pesar de haber tenido un pasado en el que éramos cercanos.

2 días después.

Por alguna razón Sango aparenta estar normal, pero hoy específicamente parecía estar bastante nerviosa. ¿Que le estaba preocupando?

-Sango, por favor deja de fingir estar normal. Estoy seguro de que te ocurre algo.- Dije mientras tomaba suavemente su mano. -Sabes que puedes decirme lo que sea-.

Me miró y suspiró pesadamente.

-Contigo no hay remedio, es algo complejo para mí-

-Bueno...- No quería presionarla, pero sentía que necesitaba saber para poder ayudarla y no podía dejar de tener el presentimiento de que Kaori tenía algo que ver con esto. -¿Podemos hablar del tema?-

Narradora:

Ella estaba indecisa sobre si decirle la situación o no. ¿O tal vez debía de poner de excusa que solo estaba pensando sobre su discusión anterior y que no tenía razones para desconfiar de él? Después de todo, Kaori le había mostrado su verdadera cara y eso mostraba de alguna manera que Miroku le había dicho la verdad. Sin embargo, no estaba segura de contarle la situación en la que estaba con Kaori, ¿Que pasaba si Miroku no le creía y en su lugar se ponía de lado de esa chica?.

(...)

Era hora del receso de almuerzo en la escuela. Sango estaba conversando animadamente con Miroku, Aome e Inuyasha, de vez en cuando estallaban a risas por una que otra anécdota de cosas que les había pasado en algún momento.

-Hola Miroku.- Una voz femenina interrumpió y las risas se desvanecieron, el ambiente se puso un poco incómodo por alguna razón. -¿Te importa si te robo a tu novia unos minutos?-

Miroku no dijo nada y miró a la rubia un poco serio, lo cuál la puso un poco nerviosa.

-Tranquilo, no te pongas celoso, no es como si te la fuera a quitar.- Dijo mientras reía nerviosamente. -Solo quiero hablar unos minutos con mi amigas.- Sonrió falsamente.

Miroku miró con preocupación a Sango como diciéndole "¿Estás bien con esto?" Y ella asintió en respuesta.

-Nos tardaré nada-

Ambas chicas se perdieron de la vista de Miroku, Aome e Inuyasha. El ambiente aún estaba tenso.

-¿Me puedes decir por qué la dejaste ir a hablar con ella?- Preguntó Aome quién tenía un tono un poco molesto -Está claro que tu "amiguita" tiene malas intenciones-

-Perdón por la contradicción Aome, pero Miroku y yo conocemos a Kaori desde la infancia.- Hace una pausa. -Ya la verdad es que ella no es ese tipo de persona-.

-Pues estás ciego entonces- Respondió de vuelta aún molesta, pero tratando de mantener la cordura. -No es por ofenderlos, pero ella me da muy malas vibras-.

Ninguno de los dos dijo nada, Miroku estaba pensativo e Inuyasha no quería decir nada para contradecir a Aome para no hacerla enojar.

-Siento que es de esas personas que si no consigue lo que quiere por las buenas, lo hace por las malas.- Dijo seriamente. -Sé que está mal juzgar a las personas sin conocerlas, pero no me inspira confianza-

-A mi no me lo parece- Dijo Inuyasha sin pensar, no quería creer eso por los recuerdos de amistad que tenían en la infancia.

-Bien, no me creas. Después no se quejen cuando termine siendo verdad porque les voy a decir "se los dije"- Luego de decir estás palabras se quedó en silencio.

Mientras tanto ambas chicas Kaori y Sango estaban yendo a un lugar apartado.

-Sueltame por favor, puedo caminar sola- Dijo Sango con un tono serio, pues Kaori la estaba tomando fuerte de la muñeca mientras caminaban.

-Nos me importa- Le respondió con un tono frío mientras seguían caminando.

Una vez llegando a un lugar apartado, Kaori finalmente soltó la muñeca de Sango y habló.

-Dime de una vez, ¿Cúal es tu decisión?- Preguntó con un tono muy serio y su mirada demostraba un leve destello de odio.

Continuará...

¡Sorpresa!