Llevo meses de estar en la ciudad con mi padre, solo he podido lograr ser un campesino en las tierras del anciano Hector, yo trabajo en sus cultivos mientras el nos da asilo y me da enseñansas tanto de la vida como del arte de la guerra. Mi padre se ve cansado de la vida, aunque le faltan cosas por vivir el ya no parece interesado en luchar contra sus enfermedades, solo espero la hora que deba partir, esta cerca yo lo se porque lo siento no soportaria perderlo tambien pero ni modo no tengo eleccion es la ley de la vida y no puedo hacer nada mas.
Durante 6 meses de largas jornadas y un duro entrenamiento llegó el momento, mi padre partio hacia el otro mundo a reunirse con mi madre solo con una lagrima y despiendose de mi diciendo "Te veo en la otra vida hijo mio".