Parte 2

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La voz de Marie  se detuvo al notar que la mirada del rubio se había quedado perdida en su postre. "Erwin"

No tuvo respuesta.

"¡¿Erwin?!" Marie dejó caer la cuchara, puso las palmas sobre la mesa. "¿Has escuchado una palabra de lo que he dicho?"

Erwin parpadeó, arrastrado de vuelta a la realidad. "Perdón", se aclaró la garganta. ¿Qué decías, cariño?"

Marie frunció el ceño, a través de sus pestañas rizadas lo miró con enojo. "¿Es en serio? ¿Otra vez pensando en tu...cosa?"

"¿Cosa?"

"Me refiero a la criatura". Marie suspiró, exasperada. Se puso un mechón de cabello dorado atrás de la oreja. Continuó con un tono de voz más paciente. "Te pedí que dejaras de hablar de eso todo el tiempo, y lo hiciste, te lo agradezco. Pero, ¿también debo pedirte que lo apartes de tu mente?"

Erwin frunció ligeramente las cejas, contrariado.

Se escuchaba el bullicio de las personas comiendo en las mesas de la pastelería entorno a ellos.

Marie parpadeó. "¿No te has dado cuenta de cómo esto está afectando nuestra relación? Al principio lo entendí. Tú estabas emocionado por esa criatura, yo también lo estaba, todo el mundo lo estaba"

Erwin bajó la mirada hacia su postre, no había dado un bocado, el sirope de chocolate cayendo sobre el plato. Sonrió de lado, inconscientemente, su mente traicionándolo otra vez.

La lengua del tritón saboreando el chocolate...

"¡Erwin!"

Sobresaltado, levantando la mirada para encontrarse con los ojos verdes, impacientes,de Marie.

"Te escucho"

Marie frunció las cejas, esta vez con ojos suplicantes. "Han pasado tres años Erwin. Ya basta. Necesitamos continuar con nuestras vidas, hacer planes. Estábamos por mudarnos juntos....justo cuando apareció esa... cosa"

Sonaba igual que Neil. No pudo evitar frotarse la sien con la punta de los dedos.

"¿Te estoy estresando?"

"No, Marie. Es solo..." respiró profundamente. "No pude dormir bien. No se trata del tritón. Solo necesito descansar"

Marie parpadeó. Extendió la mano sobre la mesa para sostener la de Erwin. "Vamos a casa", mirada suplicante. "Quédate conmigo esta noche"

Silencio.

La camarera se acercó, recogiendo el plato vacío de Marie. "Disculpe, señor, ¿va a comer su pastel o lo desea para llevar?"

Marie lo miraba, expectante.

Erwin terminó por suspirar profundamente. "Para llevar por favor"

La camarera tomó el pastel de Erwin indicando que regresaría en un momento.

Marie negó con la cabeza, furiosa. "Esto es increíble, Erwin."

"Marie, cariño, no quiero discutir ahora."

"No quieres nada. Nunca tienes animado de nada. Excepto vigilar como un obsesivo a-"

La camarera regresó con el postre de Erwin en una caja pequeña. El rubio le dio su tarjeta para pagar la cuenta.

"Erwin, no respondiste a mi pregunta"

"¿Cuál?"

Su ceño se acentuó. "¿Te quedarás esta noche conmigo?"

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