DIOS DE LA GUERRA Capítulo 1: El final y el inicio.

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Esta es mi historia se sitúa en años más alejados que la actualidad, en épocas donde dioses gobiernan desde los mismísimos cielos, y los humanos dan ofrendas por sus favores en situaciones extremas

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Esta es mi historia se sitúa en años más alejados que la actualidad, en épocas donde dioses gobiernan desde los mismísimos cielos, y los humanos dan ofrendas por sus favores en situaciones extremas. En Grecia o más específicamente en la ciudad de Esparta, ¿Quién no habrá escuchado de su nombre? Gladiadores excepcionales, con grandes cantidades de orgullo por la victoria, abriéndose paso también intelectualmente. En él vivo yo, un niño de apenas 6 años de edad, en la que nos encontramos en la fecha 1170 a.C., mi nombre es Alcander un chico físicamente un poco delgado, pero con una fuerza un poco fuera de su edad, alegre e inteligente, algunas personas alrededor de mi piensan que soy débil por ser simplemente alegre con todos, pero en mi punto de vista es una simple estupidez sin conexión alguna. Mi familia estaba conformada por Alexander mi hermano un joven de 20 años con un físico no especialmente corpulento, pero con buen físico ya que termino la escuela espartana, donde te exigen demasiado para terminar la escuela, un lugar donde perfectamente uno podría morir porque para finalizar aquella escuela vale el hurto, engaño, la inteligencia, fuerza, vale todo para sobrevivir. Mi padre Keelan un orgulloso gladiador con una mirada feroz, vivaz, como si fuese que llevaría a mil hombres a la tumba perfectamente, con un cuerpo bastante corpulento que es difícil no denotar donde está en público ya que es muy sobresaliente y por último mi madre Adana bien representaba a su propio nombre (su nombre significa belleza) bella, piel sedosa, con ojos gentiles, con un gran sentido de crianza, con una voz que tranquilizaría a cualquier persona.

En una mañana como cualquiera otra

"haaaaaaaaaa" mientras bostezaba y me estiraba para quitarme el sueño. Escuchaba una exhalación y inhalación suave en la propia habitación y allí se encontraba mi hermano dormido como tronco

"zzzzzzzzzzzzzz"

"Debería despertarlo para jugar? Mmmmm"- Luego de dudar preferí no hacerlo. Mi padre se habrá ido como siempre.

Me dirigí hacia el comedor para agarrar un poco de pan, pero me encontré con mi madre preparando el desayuno. Ella se percató que me encontraba parado en la puerta, me sonríe y con una voz suave me dice

"Buenos días hijo, dormiste bien?"

"Si, dormí lo justo y necesario ma'" -dije un poco somnoliento

"Despierta a tu hermano, que el desayuno ya está"

"Si"-Respondí sin rechistar

Me gire mientras caminaba balanceándome para cualquier lado que caminaba para despertar a mi hermano.

"Alexander, despierta, hey vamos levántate que se hará tarde para el desayuno"-Decía eso mientras sacudía a mi hermano

"meh, déjame dormir"-Dijo sacudiendo las manos

"Vamos Alexander a desayunar"-Sin darme cuenta mi madre había entrado para ayudarme a levantarlo.

"Bueno ya me levanto"-Mi hermano con cara somnolienta respondió.

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