***ADELANTO***
"¡En mi defensa, yo pense que ya había superado aquel romance de primaria!"
Capitulo 1
~ Isaac ~
Mamá, ¿sabes dónde están mis zapatos?- me queje mientras salía de la cocina a la sala con mis pies golpeando fuertemente contra la madera del suelo
Vas tarde- se burlo mamá, le mire
Ya lo sé mami, no encuentro mis zapatos- me queje, buscando debajo de la mesa, la escuché reírse, infle mis Mejías y la mire
Acá están cariño, justo iba a subirlos para tí- se agachó y tomó mis zapatos, los sacudió en mis narices, suspiré sonriendo
Eres la mejor mami- me acerqué a ella y tome mis zapatos de sus manos, le los puse. Tome un bollo de pan de la cesta y corrí fuera-, ¡nos vemos en el almuerzo!- grite desde la puerta para así salir corriendo de casa
Luego de diez minutos, estaba jadeante en la puerta del salón de mi primera clase, solté un quejido cuando sentí una fuerte palmada en mi espalda
Buenos días- saludo Marcus, le mire jodidamente mal, se burlo de mi y me pasó
¿Por qué vienes tan tranquilo?- me queje, masajeando mi espalda
¿No lo sabes?, el profesor de esta clase viene tarde.- se burlo- adivino, no leíste los mensajes del grupo.- agregó en tono de burla
Sabes que yo no reviso grupos.- me queje suspirando, caminando junto a él para sentarme en mi lugar- ¿Por qué no me avisaste?- me queje, el rodó los ojos
Para que aprendas a revisar los grupos- se rió de mi, bufé y me senté junto a él
¿Y por qué viene tarde el profesor?- cuestione, curioso, Míchiggan era uno de los que no faltaba, mucho menos llegaba tarde, algo debió pasar
Hay un alumno nuevo según rumores- saco su teléfono y empezó a teclear, lo extendió a mi, lo tome y revise-, se rumorea que hay una chica albina yendo y viniendo con sus padres. La aceptaron de traslado aquí.- se acercó más a mí, mire los mensajes con intriga
¿Traslado?, ¿A mitad de año?- me queje, le mire
Lo mismo pienso yo- se pegó a mi-, se dice que es hija de un gran empresario y por eso aceptaron su traslado, ya que pagaron una fuerte "ayuda" al instituto.- siguió, a mi oído, hice una mueca, le devolví su teléfono
Una niña mimada que tiene todo a sus pies- me queje, suspiré
Aparentemente.- se encogió de hombros- estoy curioso, jamás he visto a una albina realmente, más las locas de nuestras compañeras que se destiñen el cabello para tenerlo blanco.- ambos hicimos una mueca- dicen que es hermosa, pero que realmente solo han visto su cabello, más nada.- siguió
Suspiré, una niña albina. Cómo Lohyreth.
Negué para mí mismo, era molesto que ese tonto y cobarde amor de infancia se siguiera repasando en mi cabeza.
Seguro porque jamás pude decirle lo que sentía, actualmente no recordaba ni su tono de voz, pero era albina. Su cabello era blanco y brillaba con la luz de la luna, y sus ojos eran grises. Cerré mis ojos y sonreí apenas
Sí, Lohy era muy linda.
Escuché parlotear a Marcus respecto a la nueva alumna por los próximos cuarenta minutos, sobre las teorías que tenía respecto a la nueva chica, sus padres e incluso sus razones locas de que porque venía a este instituto de mierda habiendo mucho mejores en la ciudad.
Luego, llegó el maestro, nos dijo que guardaramos silencio, suspiré y le mire curioso poniendo en silencio mi teléfono, no queria que me lo quitara otra vez solo por sonar
Bien chicos, lamento la demora.- dijo el maestro, le mire sin interés, tenía hambre- como ya todos sabrán, tenemos un nuevo miembro en nuestro instituto- siguió, barriendo el salón con su mirada, me tense cuando su mirada se poso en mí, reviso su cuaderno
Oye, ¿Qué pasa con el tipo?- se acercó a mi Marcus, me encogi de hombros sin saber qué responder
No me he metido en problemas si esa es tu duda...- murmuré a él, un escalofrío me recorrió la espina dorsal al notar que levantaba la mirada del cuaderno y sonreía
Mierda... Estás en problemas hermano- se quejó Marcus, le mire mal
Por suerte, este nuevo miembro del instituto quedará en nuestro grupo.- siguió, inflando su pecho, todos empezaron a murmurar entre ellos curiosos- ¡Silencio!- se quejó, apreté mi mandíbula tragando en seco-, bien, más les vale ser buenos con la señorita.- agregó, se fue a la puerta y abrió, una chica entró.
Albina ojos grises, su piel era pálida y su cabello estaba jodidamente largo, su uniforme le quedaba estupendo, primera vez que veía a alguien que él uniforme le sentará tan bien. Usaba medias largas hasta arriba de las rodillas, era la primera chica que miraba con medias así, su falda le quede estupendamente y se apegaba como anillo al dedo en su cintura. Jodidamente pequeña. Y su camisa estaba perfectamente metida bajo su falda, un collar de oro colgaba de su cuello pero no podía mirar el dije al estar dentro de su escote, un anillo en su mano izquierda dedo índice, una pulsera de oro y un par de pendientes, notablemente de oro, con forma de mariposas
Mierda... Está buenísima...- jadeo Marcus, así como muchos otros del salón
Mne ne nuzhno predstavlyat'sya.- dijo al profesor
¿Eso era ruso?
Mierda...- jadeo Marcus- no se que dijo pero siento que se me puso dura- lo golpee con fuerza en el tobillo
Respeta imbécil.- gruñi, molesto
Puede pasar a su asiento.- alentó el profesor, ella miró el salón, se acercó al maestro y le dijo algo al oído, el asintió y le contesto también de la misma forma
« Mikaela- dijo el maestro, la chica en cuestión levantó su mirada de su teléfono- cambie de lugar.- ordenó, ella frunció demasiado el ceño
Mikaela estaba junto a mi, ¿Por qué la cambia de lugar?
Mikaela refunfuñó y se quejó entre dientes y se fue a otro lugar, la chica, aparentemente rusa, avanzo entre las filas de asientos y se acercó a el lugar donde antes estaba Mikaela, junto a mí
Hola.- saludo, sonriendo, su voz se escuchaba rasposa ante su español tan torpe, el ruso aún se asentaba en su voz
Hola, ¿Qué tal?- salto rápidamente Marcus, me hice hacía atrás para darles espacio de que hablarán, ella parpadeo varias veces
Pochemu by tebe ne pozdorovat'sya so mnoy?- se quejó, me removi en mi asiento, la note ignorar a Marcus, me encogí de hombros ante su mirada
Creo que me acaba de maldecir...- se quejó Marcus a mi oído
Te lo mereces por imbécil.- dije con calma total, mirando al frente
Esto era jodidamente extraño.
ESTÁS LEYENDO
Un Año Para Amar (PRÓXIMAMENTE)
Novela JuvenilLa última vez que la vi fue cuando tenía quince años, solo se fue sin más, sin despedirse y dejándome plantado y luego con el corazón roto. Olvidando nuestra promesa, olvidándome y dejándome atrás con suma facilidad; como si todo lo que en la pureza...