Monocromía [VMinKook]

8.

Advertencias: omegaverse, fluff y angst mezclado. Jimin!Alfa x Taehyung!Alfa x Jungkook!Omega

este cap es nuevito uwu

~Escucha el latido de mi corazón

Te llama a su propia voluntad...

—¿Cuándo vas a regresar? —preguntó Taehyung, frotando sus ojos por el sueño.

Jimin lo miró, rodando los ojos a pesar de que había una sonrisa en su rostro.

—El dos de enero, ya te lo dije —contestó su mejor amigo, agarrando su bolso—. ¿Qué, ya me estás extrañando?

Tae le sacó la lengua, sentándose en el sofá para ponerse a ver televisión.

—Por favor, es sólo para saber cuántos días estaré a solas.

Jimin no quiso pensarlo de alguna otra forma, pero no pudo evitar imaginar en que Taehyung llevara a Jungkook allí. La sola idea de que Jungkook estuviera en su departamento, junto a su mejor amigo, le ponía de muy mal humor. Especialmente, luego de enterarse de que el día anterior estuvieron juntos por el cumpleaños de Tae.

Para su propia fortuna, quedó en salir con Jungkook luego de que volviera de su viaje. Iría a pasar Año Nuevo a un centro de esquí en Pyeongchang junto a sus padres, por lo que su mamá estaba muy contenta con esa atención recibida de su alfa. Al ser su primera omega, Hyemin recibía muchos regalos por parte del padre de Jimin. Además, Hyungsik estaba muy orgulloso de que su primogénito fuera un alfa, por lo que el premio era doble para su madre.

—Recuerda que tienes prohibido... —comenzó a decir Jimin.

—¡Traer omegas aquí a follar! —gritó Tae, cambiando de canal—. ¡Tranquilo, Minnie! Si salgo con alguien, siempre procuro la discreción de un motel.

Jimin no pudo aguantarlo demasiado, por lo que terminó preguntando:

—¿Piensas llevar allí a Jungkook? —le soltó, algo ácido.

Taehyung se congeló un momento, sorprendido y desconcertado por la pregunta realizada. Jimin lo observó, pensando en la apuesta hecha, en lo raro que se sentía todo ahora, en la forma en que Jungkook lo miraba a veces. En ese bonito rostro que llamaba la atención con facilidad, porque tenía una extraña belleza. Jimin no podía evitar compararlo con un tierno conejito, que saltaba por el mundo y se escondía de los lobos.

Su mejor amigo se volteó a mirarlo. Jimin no reconoció su expresión, que contenía una mueca extraña, como si tratara de aguantar la risa y el enojo a la vez.

Y es que Tae tampoco sabía cómo reaccionar ante la pregunta hecha. En especial, porque las últimas veinticuatro horas estuvo pensando demasiado en Jungkook y lo que era para él. Se le hacía demasiado complicado encontrarle sentido, pero, tal vez, todo se resumía a una palabra: atracción. Existía una innegable atracción de su alfa por el omega. Taehyung estaba un poco asustado, porque eso complicaba un montón las cosas, y a pesar de ello, no quería alejarse de Jungkook.