SukuIta Week 2021

VII

Día VII; Realeza AU.
🐯La apariencia de Sukuna respeta al canon original. (Veáse la imagen de referencia en el final de la primera parte del libro.)
👅Diferencia de edad.
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"Corona de Sangre."

Yuuji corrió con velocidad, sintiendo como en cualquier momento el corazón se le iba a salir del pecho. Esquivó a la gente, a los establecimientos y carretas con alimento, estar en todo el centro del mercado del pueblo podía ser un incoveniente o un beneficio según sus habilidades. En un momento, aún con sus pies en movimiento, ajustó la capucha que cubría su rostro, asegurándose de que en ningún momento alguien pudiera ver sus facciones, le preocupaba sobretodo, su cabello.

Comenzó a sentir el ardor en sus pantorrillas, tenía buena condición física, pero hace media hora que no descansaba siquiera un minuto, y él era un ser humano, pero también lo eran los soldados que lo perseguían.

Para su mala fortuna, la gente comenzó a ser cada vez más a medida de que se iban a cercando a la plaza principal. Su pie se resbaló en algo, haciéndolo caer al suelo de piedras, sintió como la palma de sus manos y barbilla se rasparon, soltó un quejido, y la sorpresa de sentir su tobillo agarrado lo hizo preocuparse. Pateó un par de veces hasta zafarse, y se arrastró con ayuda de sus codos. Jadeó con nervios.

Cuando se levantó del suelo no esperó ver una espada apuntando directamente a su garganta. Tragó, y se pudo ver los ojos de la persona quien lo estaba amenazando, frunció el ceño y mordió ligeramente su labio inferior. Lo miraba con repulsión y enojo, con desagrado; como si él fuera un ladrón o un traidor de la corona.

Recordó que para el palacio, él era eso, un traidor. Yuuji quiso gritar.

Era un desconocido, nunca había visto al hombre, pero algo se sentía extraño en él. Sin embargo, él no tenía tiempo para analizar la apariencia del hombre, quién cometió el error de no matarlo inmediatamente.
La gente comenzaba a rodearlos, sorprendidos por el espectáculo que estaban dando en pleno medio día. Escuchaba murmullos curiosos.

"¿Quién es el encapuchado?" "Seguramente un criminal escapando de la horca." "Escuché que han estado tratando de capturarlo desde hace mucho tiempo." "¡El chico se ha hecho famoso por tan espléndidos escapes!"

Sus manos sudaban, aún con la punta de la espada en su garganta, y escuchaba el sonido metálico que indicaba que los demás soldados iban a alcanzarlo. Aprovechó la vacilación del otro, Itadori se deslizó y se agachó antes de que el filo hiciera contacto con su piel, luego golpeó la espalda del soldado, sabía que a través de la armadura no le iba a causar daño, pero usó la suficiente fuerza para hacerlo caer. Se alejó, corriendo nuevamente, chasqueó la lengua, estaba agotado y en una notable desventaja.

Con la mirada buscó cualquier objeto que lo ayudara a escapar, optó entre tantas cosas, un largo y gran trozo de tela que cubría una siembra.— ¡Discúlpeme!— gritó mientras la agarraba, y esperó a que los hombres con armadura estuvieran cerca para lanzarla sobre ellos y así poder atraparlos, nublando el campo de visión de los masculinos.

Antes de hacerlo, detalló el escudo del palacio en la insignia soldada a la armadura. Frunció el ceño, aún le dolía. Su plan funcionó, logrando desorientar a quienes querían asesinarlo, y se escabulló en un callejón. Fue sigiloso, cuidando su retaguardia, todas sus alarmas encendidas, las gotas de sudor caían en su frente y sentía como su ropa se iba pegando a su cuerpo, era un día caluroso, y tener tanta tela encima lo estaba sofocando.