-Te amo- me dijo Cristóbal, tratando de mirarme a los ojos, algo imposible para él, aunque hayamos estado juntos tanto tiempo. Se notaba como temblaban sus labios al decir esas palabras tan peligrosas, todos saben que tras pronunciar aquello todo cambia por completo, se marca un antes y un después en la relación de cualquier persona. Sin importar su edad o el lugar geográfico en el que se encuentren. Son tan fuertes que muchos pueden huir al escuchar y quizás otros añoran con ansias poder ser dichoso de crear aquellos sentimientos en alguna persona. Sin embargo, cuando no es alguien correspondido pero apreciado, el dolor, la tristeza y la pena se reparte para ambos aunque uno de los dos siempre sale mal herido. Habría preferido que jamás las dijera pero ese era el objetivo.
Le sonreí, dando esperanzas de que fue correspondido. Le di un beso súper profundo y largo como si fuera el último, y de hecho lo es. Después acaricie su cabello tan suave y sedoso. Tiene unos rulos muy bien formados que juegan perfecto con sus suaves y rosados labios.
Poco a poco fui bajando mi mano por su rostro, acariciando con la yema de los dedos. Él, no podía creerlo y lo sé, sé que piensa que me ha atrapado, que me ha enamorado, que esto será algo más serio y estable. Debo confesar que con el tiempo empecé a sentir algún aprecio hacia él pero no...Tengo que cortar sus alas
Han sido muchas semanas, finjiendo ser quien no soy más allá de quien finjo normalmente ser. Son7 semanas de novios exagtamente, 7 semanas de besos, caricias que me repucnaban al principio, 7 semanas sintiendo su aroma, el raspon de su barba, su casi largo, descontrolado y sedoso cabello me estaban empezando a gustar. Había sido tan atenta con él, y él, se había convertido en el hombre que toda mujer quisiera a su lado. Lo empezaba a querer, empezaba a dudar que fuera la misma persona a quien había conocido antes, hace mucho tiempo. Al llegar mi mano por su barbilla, miro sus labios mientras los acaricio y remuerdo los míos con suavidad. Son muy suaves, será lo que mas voy a extrañar de él.
-Terminamos- le susurró. Sus labios se han separado, su palpitar se ha detenido cautelosamente, se ha congelado y parece que su respiración se ha cortado poco a poco.
Pues tendrá que ver como volver a respirar, me debo ir, aún no he acabado la tarea y el recreo está por acabar.
Me dirijo al curso a velocidad, en cuento ingreso me siento en mi pupitre y continúo copiando la tarea de literatura, ¿o acaso es filosofía? No lo sé. Generalmente no analizo de que o de quien es la tarea solo copio y la entrego a tiempo. Esta vez me la ha prestado Mario, últimamente siempre me pasa la tarea, al llegar me tiene listo en mi escritorio su trabajo para que lo copie sin decirme cual es la tarea. Quizás lo sabría si tuviera un cuaderno por materia pero no, tengo todo en un solo cuaderno. No sé cómo hago para que los profesores no se den cuenta. Aunque cuando se tienen que llevar el trabajo siempre se los entrego en hojas, invento que en el cuaderno tengo los apuntes para el examen y por eso no se los puedo entregar así que me los aceptan.
De pronto lo escucho, es Mario, me extraña que no haya estado esperando en la entrada del curso, quizás tuvo que salir o algo.
-¿Qué ha pasado con Cristóbal?- cuestiona.
-Termine con él- le respondo sin expresión alguna, sin si quiera levantar la mirada de mis cuadernos o de soltar el esfero por un momento.
-¿Por qué lo hiciste?- continua al poner su mano en el cuaderno obstruyendo mi visión e impidiendo que continúe copiando. Le hubiera respondido sin exaltaciones de no haber sido porque me miró directamente a los ojos.
-¡Porque me dio la gana!- grité - ¡y sabes perfectamente que detesto que me miren a los ojos!- continúe. Él, se alejó y yo, continué copiando. Debo hacerlo rápido, pues el profesor suele revisar las tareas en orden aleatorio y en muchas ocasiones soy de las primeras.
No me importa que piense en este momento, no le debo explicaciones ni nada como para que venga a cuestionar sobre mis decisiones personales.
En poco ingresa Fer, se acerca a mi, me da un beso en la frente y se sienta en su pupitre que queda atrás del mío.Al poco rato veo llegar al profesor de filosofía, eso quiere decir que el deber que estaba copiando es de filosofía, lo sabía. Esta vez ignora la tarea y nos pone a hacer un ejercicio en parejas. Yo quería ir con Fer pero el profesor nos hizo hacer pareja con quien se sentara al lado izquierdo de nosotros, es decir que me tocaba con Mario. No es de mi agrado hacerlo con él, y aún menos ahora que estoy molesta pero una nota es una nota.
El trabajo consiste en definir en nuestras propias palabras lo que significa el subjetivismo, y hacer un ejemplo de esto tomando en cuenta algo que hayamos pasado los dos en la vida.
La definición no es difícil, es evidente, subjetivismo simple y llanamente la definición que se tiene sobre algo destacando que el sujeto reina sobre objeto.
-Claro, si para mi es 9 para ti puede ser 6
-Sí, puede ser.
-En pocas palabras depende de tu punto de vista para llegar a dicha definición- Dice Mario.
-Correcto.
-En cuanto al ejemplo podemos tomar lo que sucedió hoy.
-¿Qué?
-Terminar con una persona cuando decide confesar sus sentimientos.
-Ahí vas de nuevo- comenté entre dientes al girar mis ojos.
-No entiendo por qué lo hiciste si llevaban tanto tiempo, creí que sería algo serio.
-Pues no lo era, conseguí lo que buscaba y punto.
-¿Por qué lo haces?
-Podríamos usar como ejemplo el concepto de belleza tomando en cuenta la geografía. Ya sabes, lo atractivo de los dientes chuecos en Japón, las mujeres cuello de jirafa en Tailandia, las mujeres voluptuosas en latinoamérica... También se podría tomar en cuenta según el tiempo histórico, pues antes se veían muy atractivas las mujeres super femeninas y recatadas, después las mujeres que usaban pantalones, también un tiempo en España se consideraban muy atractivas a las mujeres con sobrepeso...
-Lo anotare, pero no escaparas de esa pregunta- me advierte mientras anota lo que estoy diciendo en un orden concreto para que se entienda el mensaje del ejemplo.
Él, es un chico espectacular, excelente estudiante, excelente hermano y un excelente amigo. Alguien que merece a una excelente persona a su lado alguien que le dé calma y alegrías no que le estrese y enfade. Debe entender que es mejor así, sin acercarse tanto a mi.
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La graduación.
Teen FictionMario, es un joven de aspecto agradable, atraído por la chica más distraída de su grado. Se ha esforzado mucho por poder hablar con ella, pero nunca la encuentra fuera de la escuela, ha intentado conocerla pero siempre está con esa persona. Son poca...