Cap 29

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Lisa estaba preocupada por Seulgi, no sabía dónde estaba o si se encontraba bien. Ya era de madrugada y la luna estaba en su punto más alto, lisa comenzó a sentir su cuerpo un poco diferente como si su temperatura comenzara a subir como en un sauna. Su respiración era pesada y su pecho subía y bajaba. Las chicas al percatarse de eso se acercaron a ella.

Sana: linda estás bien?— lisa se agarro de la orilla de mesa con fuerza y vieron que sus garras comenzaban a salir— nayeon trae el frasco con las hiervas, lisa se comienza a transformar de nuevo— nayeon corrio a uno de los estantes donde tenían toda clase de hiervas y medicamentos para toda ocacion. Nayeon regreso con un franco un unas hiervas, lo destapó y sana sacó una hojas — abre la boca— lisa hizo caso omiso y se aferraba mas a la mesa — tómala de los brazos — nayeon la tomó y sana la tomó de la boca para abrírsela, logro abrirla un poco y le metió la hojas — mastica— lisa las mordió y soltó un sabor espantoso, lo quiso escupir pero sana le tapó la boca para que no lo hiciera. Lisa se comenzó a remover mientras sana y nayeon la sostenían.

Nayeon: sana no creo que poder sostenerla más.

Sana: resiste solo un poco más— a los segundos lisa se comenzó a relajar y su respiración se comenzó a estabilizar, se sostuvo de la mesa para no caer — mejor— asintió recobrando el aliento— ya lo puedes escupir— lisa asintió y salió de la casa a vomitar mientras las otras dos reían.

Lisa: que era eso? Sabe asqueroso— se limpiaba la boca.

Sana: son plantas medicinales, ayudan a calmar los efectos de la luna por un tiempo— regresaron a la cabaña.

Seulgi.

Mi cuerpo dolía y me sentía muy débil, traté de ver mi alrededor pero no podía, estaba todo borroso y oscuro. Trate de levantarme pero falle, mis piernas estaban débiles, a lo lejos escucho que abren una puerta.

Kai: al parecer ya despertaste cachorrita— levante el rostro para ver al chico frente a mi pero todavía no podía ver bien. Kai camino a pasó lento hasta ella se agachó y la tomó del mentón— disfruta tu nueva casa, a partir de ahora vivirás aquí, cachorrita— dijo con una gran sonrisa y después soltó bruscamente mi cara, haciéndome caer y gruñí tratando de abalanzarme hacia el pero estaba muy débil como para hacer algo— toma ponte esto — me aventó un pantalón roto hasta las rodillas y una camisa vieja— duerme bien, mañana será un grandioso día— sonrió y cerró la reja poniéndole candado y un polvo negro a el suelo.

Me levante con todas las fuerzas que me quedaban y tomé la ropa que me aventó Kai, si no mal recuerdo. Se colocó los pantalonsillos y la camisa vieja estaba rota y llena de agujeros. Vio su alrededor y el lugar era como una cueva solo se podía ver la tenue luz de la luna que estaba por un hoyo que había en el techo, trato de salir por ahí pero falló en el intento era como si una pared invisible cubriera la cueva. Miró a su alrededor tratando de encontrar otra salida, trato con la puerta pero al igual que con el hoyo no pudo. Gruño y comenzó a golpear una pared para ver si podía romperla.

Se rindió y dejó caer en el suelo recargándose sobre la pared. Vio su alrededor y el lugar estaba húmedo hacia frío y tenía miedo. Abrazo sus piernas mientras sentía como lágrimas comenzaban a caer por su rostro.

Seulgi: lisa.... lisa, donde estas? — la pequeña pelinegra pasaba por su cabeza, no sabía si estaba bien o no. Y de la anda otra pelinegra arribó su mente— joohyun....— susurró mientras abrazaba más sus piernas pegándolas más a su pecho— ayudaaaaaaa! Alguien ayudemeeee!! Por favor alguien ayudaaaa!— gritaba pero nadie la escucharía, estaban a kilómetros de la civilización y de la cabaña donde estaba lisa y las demás. Seguía gritando con esperanza de que alguien la escuchara y la ayudara.

Joohyun estaba dormida en su cama cuando un dolor en su pecho la hizo levantarse de golpe.

Irene: Seulgi!!— se levantó y sentándose en su cama mirando para todos lados. Miró su reloj y eran las 2:45 de la madrugada. Un sentimiento arribó su pecho llevándose la mano a ese lugar cuando la puerta de su habitación es abierta.

Jennie: Irene? Estas bien? — dijo prendiendo la luz de la habitación mientras veía a su amiga sentada sobre su cama con una mano en el pecho y con la respiración agitada.

Irene: Seulgi... algo le pasó a Seulgi... necesito llamarla, donde esta mi celular? — se levantó rápido buscando su celular sobre la cama.

Jennie: ey, ey tranquila— camino hasta donde estaba su amiga desesperada por encontrar su celular. Cuando lo encontró le llamó rápido a Seulgi pero no contesto.

Irene: mierda— volvió a llamar pero de nuevo la mando a buzón— por que no contestas— dijo frustrada.

Jennie: Irene! — la volteó a ver— que tienes? Por que estas tan desesperada por encontrar a Seulgi? A lo mejor está dormida y por eso no te contesta.

Irene: no, ella siempre me contesta cuando le llamó... — Irene recordó que las chicas se iban a ir al bosque con las otras lobos— y si le pasó algo...?

Irene rápido tomó sus llaves de su auto y un abrigo para salir de su cuarto dejando a una jennie confundida. Reaccionó y corrió tras de ella deteniéndola en la entrada.

Jennie: a donde crees que vas?

Irene: a casa de seulgi tengo que asegurarme que esta bien.

Jennie: pero ya viste las horas que son? Ella debe de estar dormida, por que mejor no esperas a que amanezca y vas a su casa?

Ese sentimiento en el pecho de Irene comenzó a crecer más, no, tenía que ir a su casa.

Irene: no, tengo que ir, por favor— jennie vio su cara de desesperación y suspiró.

Jennie: bien deja voy por un abrigo y te acompaño, no vas air sola a estas horas de la noche— Irene asintió y vio que Jisoo y byul salían de sus habitaciones.

Jisoo: que es todo esto? Por que están parada en la puerta?— dijo mientras se tallaba los ojos caminando hasta donde estaba Irene.

Irene: Jisoo! — se sorprendió por cómo habló su amiga.

Jisoo: qué pasa?

Byul: que tienes rene por que tanto grito? — Irene vio que jennie no estuviera cerca y camino hasta ellas.

Irene: algo pasó, algo pasó con lisa y Seulgi.

Jisoo: como? Te llamaron o algo? — se preocupó.

Irene: no, me desperté por un dolor en mi pecho, después un sentimiento, no se como explicarlo, pero lo siento Aquí— dijo llevando su mano a su pecho— algo me dice que seulgi no está bien, está sufriendo. Algo pasó en la cabaña y debemos ir a ver si está bien— las dos chicas vieron la desesperación en el habla y rostro de la chica así que asintieron. Se dieron la vuelta y entraron a sus habitaciones colocándose un abrigo y tomando sus cosas. La tres regresaron Justo a Irene en la puerta que se removía desesperada. Jennie miró a las otras dos.

Jennie: y ustedes?

Byul: las vamos a acompañar, vamos iremos en mi camioneta.

Todas bajaron por el ascensor y al llegar a sus carros Irene subió al suyo y arrancó sin esperar a sus amigas. Estas solo la vieron sorprendidas y corrieron a la camioneta de byul que arrancó rápido detrás del rápido lamborghini de Irene. Iban por las calles solitarias pasándose altos en dirección a casa de las chicas.

La chica extrañaWhere stories live. Discover now