Eran las 7 de la mañana cuando una pelirroja salió de su cálido nido de mantas refunfuñando ligeramente, sacó las piernas de la cama y se frotó los ojos azules bostezando, de pronto saltó de la cama emocionada, pues recordó donde estaba y una sonrisa adornó su cara.
Corrió al baño y tomó la ducha exprés, salió aun envuelta en la toalla y escogió su ropa con mucha emoción, la magia del lugar crepitaba a su alrededor y parecía susurrar extasiada por la joven bruja. Finalmente bajó a la cocina, encendió el hervidor y se preparó un desayuno ligero, el hervidor sonó por lo cual preparó un café. Al terminar su desayuno limpió todo y se lavó los dientes. Guardó algunos cuadernos y libros en su bolso para luego dirigirse a exterior, alzó la mirada cuando una gota de lluvia se deslizó por su mejilla y sonrió, luego extendió sus manos a la cochera vacía.
-Quid est in hac re animo stabunt. tangibile, physica et realis. (Lo que en mi mente está, en esta realidad aparecerá. Tangible, físico y real.)
En la cochera apareció un hermoso Maserati Gran Turismo de un precioso color negro, nuevo, elegante, único como quien lo había invocado. El auto se veía feroz para una chica algo diminuta como era Aleksandra, pero ella sonrió extasiada y miró su mano donde la llave brillaba. Desbloqueó los seguros del auto, metió su bolsa y acomodándose lo encendió, el auto rugió a la vida y la pelirroja sin miedo apretó el acelerador sacando un ronroneo del auto, avanzó como bólido por la carretera, disfrutando del auto y la velocidad. Miró el reloj en el salpicadero del auto y sonrió contenta: 8:15 am, llegaría con los demás estudiantes.
Llegó a la escuela sin contratiempos y antes de entrar se sonrojó como farol, los autos de los lugareños eran modestos, sencillos. Mordió su labio inferior mientras avanzaba, deseando haber investigado antes, pero hey, ella había visto esos veloces autos que pasaron por su casa y pensó que habría más así. Siguió avanzando y un suspiro de alivio escapó de sus labios cuando vio al Volvo, Mercedez Benz y al Jeep estacionados y brillando en el estacionamiento. Se estacionó a un lado del Volvo y tomó su bolsa, exhaló, acomodó un mechón de su pelirroja melena y salió del auto con elegancia, dejó de prestar atención a los cuchicheos de sorpresa, envidia y curiosidad que resonaron tras ella. Bloqueo las puertas del auto y avanzó en sus elegantes zapatos hasta el edificio que rezaba "Dirección" sin prestarle más atención a la lluvia pues ahora un elegante paraguas la cubría entró al edificio.
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Sweet scent of love
ParanormalNo siempre el destino está tallado en piedra, y una prueba de ello es los cambios que una alegre pelirroja trae a la familia Cullen, llegando antes que Isabella Swan. Amando a los Cullen por ser ellos y no por su belleza. Edward conocerá el verdader...