Mi mejor amiga Liz tiene una de esas listas de chicos con los que no debes salir, debo decir que algunos tienen sentido, en esa lista están los hombres casados o comprometidos, los irresponsables, mantenidos, manipuladores, pero lo gracioso aquí es que tiene algunos otros nombres muy específicos.
Por ejemplo, doctores; su teoría es que lo que pasa en Grey's Anatomy también pasa en la vida real, y que, como muchas chicas encuentras atractivos a los chicos con bata blanca, es muy probable que una relación formal no funcione con ellos. Otro de sus ejemplos son los músicos. Creo que esto se explica solo.
A decir verdad, entiendo porque la palabra "músicos" está en rojo y en mayúsculas en esa lista, déjame explicarte.
Liz estaba en su última año de preparatoria, y su novio en ese entonces tenía una banda, no muy conocida, pero llenaban bares de vez en cuando. Pongamoslo así, el chico no era feo y cantaba bien, estamos de acuerdo que él era el motivo por el que los bares se llenaban cada viernes. El punto aquí es que Liz lo notaba, obviamente se sentía celosa, su novio le decía que estaba loca, y que solo eran sus admiradoras. Para no hacer el cuento largo, Liz y yo (por mala suerte) llegamos a su departamento una noche después de un concierto en el bar de siempre, y no encontramos solo a una o dos, sino tres chicas en su cama (voy a ahorrarme los detalles, pero), las tres caras las conocimos del bar.
Claro que no todos los músicos o doctores son así, yo lo sé, pero, encontrar la excepción es complicado. Por eso mismo prefería no arriesgarme y siempre preguntar "¿A qué te dedicas?" en cada cita, además de siempre consultar cada movimiento con Liz. Esto, antes de recibir un mensaje.
A mediados del semestre caminaba con algunas de mis amigas por el centro de la ciudad cuando una de mis amigas encuentra con un amigo suyo.
-¡Stuart! Hola-dice ella saludando a su amigo, al que yo solo había visto antes un par de veces.
-Hola chicas, ¿Cómo están?- Stuart estaba con tres amigos más, a los que no conocía.
Stuart no nos presenta a sus amigos, pero uno de ellos, el mas alto, parece fijarse en la funda de mi teléfono, que era una clara referencia a mi show favorito.
-Oye me gusta tu funda- dice él, señalándola, aún no había dicho su nombre.
-Gracias, yo la hice- digo mientras le ofrezco la que considero la más decente de mis sonrisas.
El resto de la conversación es entre mi amiga y Stuart, hasta que ellos se dan cuenta que llegan tarde a algún lugar y nos separamos, el chico de antes nos sonríe y sigue a sus amigos.
-¿Quienes eran ellos?- pregunta una de las chicas con las que caminamos, antes de que yo pudiera preguntar.
-Los amigos de Stuart, en realidad solo conozco a Sam- dice.
Ni idea de quien es Sam.
Continuamos nuestro día normal, después de comer con ellas me despido y camino hasta el lugar donde esperaba el transporte que me lleva a mi casa. Camino con audífonos escuchando una canción que descubrí recientemente y que me enamoró por completo, tan enfocada estoy en la canción que no escucho que me llamaban hasta que alguien toca mi hombro.
Giro la cabeza confundida, quitándome los audífonos. Es el chico de antes.
-Hola- dice cuando me detengo frente, su voz suena agitada, como si hubiera estado corriendo.
-Hola...- yo aún estaba desubicada, por un momento olvido como se habla con los desconocidos. - ¿Me estabas siguiendo?
-No...bueno, si- admite con una sonrisa nerviosa.
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Sabía que serías un problema.
RomanceNunca te involucres con un músico, dijo mi mejor amiga. Dice que ellos sólo están dentro de dos espacios; o son todo lo que buscas en un hombre, te entregan su corazón y cada canción es para ti, o solo formas parte de su lista de chicas para visitar...