Habían pasado un par de días desde que Kageyama y Oikawa volvieron. El castaño había prácticamente alojado en la casa de los hermanos pelinegros desde que lograron solucionar las cosas. Eso hasta que llegó la Kageyama mayor de su viaje de trabajo y los encontró viendo la televisión juntos en el sofá. El pelinegro estaba sentado a un extremo, con su vista muy atenta en lo que mostraban en la televisión, mientras que el mayor estaba recostado muy cómodo con su cabeza sobre el regazo del otro.
"Hola~" Dijo de forma cantarina, atrayendo la atención de ambos muchachos. Tobio, nervioso y sonrojado, empujó al castaño, quien cayó estrepitosamente al piso.
"Hola..." El menor replicó rápidamente. Ella comenzó a reírse sin ninguna vergüenza. Después de ponerse en manos y rodillas, Oikawa miró con reproche al pelinegro.
"¡Auch!" Exclamó sarcástico alzando los brazos, mientras el Kageyama menor hacía una mueca con los labios y desviaba la mirada, aun sonrojado. Miwa dejó sus cosas en la entrada y se sentó en una silla frente al sofá, tiempo en el que el castaño se volvió a sentar junto al pelinegro.
"Entonces... ¿Hay algo que quieran decirme?" Ella los veía expectante. Los chicos se miraron, como si verificaran tácitamente que debían decir.
"Pues..." Comenzó el pelinegro, algo nervioso. "Pensé en lo que me dijiste, y decidí volver con Oikawa-san."
"¿Estás contento?" Le preguntó Miwa con seriedad, a lo que su hermano asintió en silencio. "Bueno, entonces supongo que estoy feliz por ti." Ella terminó sonriendo de forma maternal.
"Espera, de hecho, hay algo que quiero pedirte..." Dijo el pelinegro mientras se levantaba. "Vuelvo en un momento." Y dicho eso, salió corriendo hacia su habitación. Una vez que se fue, hubo un instante de incómodo silencio.
"Emm... ¿Y le fue bien en su viaje?" Oikawa habló intentando romper con la tensión.
"Vuelves a joderla y te quiebro... y llamo a Iwaizumi-kun para que termine el trabajo." Murmuró Miwa en un tono peligroso.
"En-entendido..." Afortunadamente, el menor volvió pronto con un sobre en sus manos y se lo pasó a su hermana.
"¿Qué es esto?"
"Son entradas para la final del campeonato nacional que es el fin de semana en Tokio. Oikawa-san nos compró boletos." Le explicó Tobio mientras la mujer revisaba el contenido.
"Y quieres que te de mi permiso para ir, ¿cierto?"
"Sí."
"Mmm..." Miwa parecía meditarlo un momento, y los jóvenes esperaban impacientes su respuesta. "Bueno, ya compraron los boletos." Dijo finalmente riendo. "Pero quiero que me llames cuando llegues allá y cuando vuelvas, ¿ok?"
"Bien..." Susurró el Kageyama menor, haciendo una sutil celebración con su puño. "Y... ¿me podrías ir a buscar en auto el sábado después del entrenamiento para llegar a tiempo a la estación?" Ahí, ella le sonrió con algo de tristeza.
"Lo siento, pero no estaré en la ciudad ese día. ¿Por qué no solo faltas a la práctica?"
"Es que pronto comenzará el campeonato de primavera, así que tengo que estar ahí."
"¿Y no puedes salir una hora o media hora antes del entrenamiento?" Ofreció Oikawa.
"Sí, pero conociéndolos no me dejarán ir sin interrogarme. Aun si solo faltara, sería algo sospechoso..." Miwa sonrió con complicidad.
"¿Aun no le dices a tus compañeros de equipo sobre su relación porque probablemente no la aprobarían?" Su hermano asintió con timidez. "Para suerte tuya, tienes una hermana súper genial que te dará una coartada."
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La epifanía irónica [Oikage]
FanfictionDespués de perder contra Shiratorizawa, Oikawa se comienza a sentir más presionado por vencerlos en el próximo campeonato, la última oportunidad que tiene para llegar a la cima. Pero pronto se da cuenta que hay otro contrincante que podría ocasionar...