Capítulo 15: Un poco más de tiempo

2.1K 251 35
                                    

Sugawara y Hinata miraban con intriga al miembro más joven de Karasuno. Ese lunes ambos notaron que había algo extraño en él. Lucía algo nervioso, pero al mismo tiempo callado y pensativo. Tal vez algunos otros miembros del equipo notaron algo callado al joven, pero no les llamó tanto la atención y terminaron ignorándolo fácilmente. Sin embargo, ver a los dos muchachos mirando intensamente al pelinegro era algo muy difícil de ignorar.

"Suga, ¿qué pasa?" Le preguntó Daichi en confidencia. "Hace rato que no le quitas los ojos de encima a Kageyama."

"¿No te parece que Kageyama está demasiado... reflexivo el día de hoy?"

"No... ¿a ti sí?" El vice capitán miró de nuevo al pelinegro, para después soltar un suspiro agotado.

"Tal vez solo estoy imaginando cosas."

Al otro lado del gimnasio, ocurría una escena similar.

"Oye, enano, ¿podrías ser más sutil con tu enamoramiento por el Rey?" Replicó un aburrido Tsukishima, mientras Yamaguchi reía a su lado. Hinata decidió simplemente ignorar el comentario.

"Kageyama tiene algo raro..." Dijo el pelinaranja con la vista fija en el aludido.

"¿Algo como qué?" Noya preguntó, acercándose junto a Tanaka.

"No sé... como que está más tranquilo, pero no se ve como si realmente estuviese tranquilo." Todos los oyentes lo miraron con el ceño fruncido.

"Obviamente tus explicaciones tenían que ser tan estúpidas como tú..." Murmuró el rubio.

"Tal vez solo tiene sueño..." Nishinoya propuso alzando sus hombros.

"Yo lo veo igual de amargado que cualquier otro día." Dijo el otro de segundo.

'Él sí está raro... estoy seguro.' Hinata pensó con determinación, resuelto a investigar sobre la causa. Por lo que una vez en la sala del club, cuando todos los estudiantes se cambiaban para ir a sus hogares, el pelinaranja intentó conseguir un momento a solas con el muchacho. "Oye, Kageyama, ¿vamos al parque hoy?"

"Ok."

Salieron del lugar, y al instante Kageyama sacó su celular para escribir un mensaje. A Hinata no le hubiese parecido extraño de no ser porque oía como el celular sonaba, indicando un mensaje nuevo, y su compañero seguía escribiendo.

"¿Con quién hablas tanto?" Preguntó el pelinaranja haciendo el ademán de querer ver la pantalla de su celular. Pero rápidamente, el pelinegro escondió el teléfono fuera de su alcance mientras se sonrojaba.

"No seas tan metiche, idiota."

"Ay, vamos, se supone que somos amigos."

"¿Y eso qué?"

"Pues, que los amigos se cuentan las cosas, confían el uno en el otro..." Le explicó Hinata haciendo un puchero. "¿O no confías en mí?"

"No es eso..." Kageyama dijo incómodo.

"Además, estás muy raro hoy..." El más bajo, al ver que su amigo se reusaba a hablar, lanzó un suspiro resignado. "Mira, solo quiero saber si estás bien y si hay algo en lo que te pueda ayudar, ¿ok?"

"Estoy bien." Hinata lo quedó mirando con sospecha un momento.

"Vale, te creo." Sin embargo, su tono no era convincente, y el pelinegro se comenzó a sentir culpable. Rodó los ojos antes de responderle.

"Han ocurrido algunas cosas, pero no quiero hablar de eso ahora." Ante la declaración de Tobio, el pelinaranja alzó las cejas extremadamente curioso.

La epifanía irónica [Oikage]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora