Dos hermanos que han vivido en la soledad durante casi toda su vida, aprenderán que el seguir sus sueños, no será tan fácil como parece, ya que en su camino se presentaran obstáculos que juntos lograrán atravesar.
Hokage: Ahora que, ¿Acaso ese par volvió a hacer algo?
Ninja 2: Sí, está están pintando los rostros de los hokages y está vez están usando pintura real!!
-Monte Hokage-
Ninja 3: Baja de ahí!!
Ninja 4: Otra vuelta con sus tonterías
Naruto: Ya cállense!
No son tan valientes como yo, no se atreven de hacer algo como esto, ¡¡soy genial, soy fantástico!!
Al lugar llegó el Hokage junto a otro ninja con un peinado en forma de piña y una amplia cicatriz en el puente de la nariz, llamado Iruka
Iruka: Acepte mis más sinceras disculpas Lord Hokage...
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¡¡¿Se puede saber que haces ahí en plena hora de clases?!! ¡¡Baja de ahí!! ¡¡AHORA!!
Naruto: Oh!! NO!! (Es el maestro Iruka...)
Iruka: Bien si no bajas entonces yo subiré
Naruto: No lo creo jajaja
Iruka: ?
Naruto: *Toma un gran respiro* !!Sans!! AHORA!!
Encima del monte Hokage, apareció un chico de la misma edad de Naruto, con el pelo blanco, con ligeros mechones rubios, que vestía una chaqueta azul, unos pantalones negros, zapatillas ninja azules y unos goggles en su frente
Sans: Llegué a un hueso y pico de la hora, no bro?
Naruto: Ya déjate de tus chistes y ¡¡ayúdame!!
Sans: He he he Ok bro
Sans saltó desde el monte y llegó hasta la altura de Naruto, este tomó la mano de su hermano y el mayor de los uzumakis chasqueó los dedos desapareciendo de la vista de los demás
Hokage: (Uso esa técnica otra vez) He he
Iruka: Oh No! se escaparon de nuevo, los iré a buscar
El pelicastaño se fue del lugar dejando al Hokage observando los rostros tallados en el monte, específicamente a la del cuarto
-Horas después-
En el mismo lugar, en el Monte Hokage, se encontraban Naruto y Sans limpiando la pintura de los rostros, Sans con su sonrisa de siempre y Naruto con una cara de fastidio, mientras Iruka los vigilaba
Iruka: No se irán hasta que terminen
Naruto: Que importa, después de todo, nadie nos está esperando
Sans: He he he...
Iruka solo vio a los dos y notó como la sonrisa de Sans desapareció por unos instantes y su rostro tomó una faceta estoica, pero al cabo de unos minutos volvió a su rostro normal
