Narra Dan.
En estos momentos estoy caminando por los barrios turbios de la ciudad en la que vivo, estoy cargando al bebé en unas sábanas mientras mantengo lo más oculto que puedo, no sé qué podría pasarnos a nosotros.
Llegar desde la otra ciudad no fue difícil, y no me preocupo mucho por el bebé, los Semi-humanos son más resistentes que los humanos, al nacer, pueden sobrevivir dos días sin comer o beber nada, a los 3 meses ya pueden hablar un poco, y en un año ya pueden caminar con juicio, y su crecimiento es acelerado, dentro de un año se verá como un bebé de 3 años, una verdadera maravilla.
Logré llegar hasta la puerta de mí casa, y ambos estamos a salvo... Sólo espero que mi esposa lo entienda.
¿De qué estoy hablando? Camila es una mujer comprensiva, de seguro entenderá.... O me matará y me echará al río.
Tomé la manilla y abrí la puerta.
Dan: Cariño, ya llegué.
El primero que me recibió fue mi hijo Cecil.
Cecil: ¡Papá!
Dan: ¡Hola campeón!
Abrazo a mi hijo con cuidado de no lastimar al bebé en mis brazos.
Después de unos segundos, llegó mi esposa.
Camila: ¡Oh, cielo! ¡Escuché las noticias! ¡¿Estás bien?!- corre y me abraza.
Dan: Jajah, sí, estoy bien, de hecho, quería mostrarte esto.
Camila: Dan... ¿Quién es esta bebé?
Dan: ¿Eh? ¿No era un chico?
Camila: Tan despistado como siempre, ¿eres doctor y no notas la diferencia con sólo ver su cara? Me recuerda al día que nos conocimos.
Dan: En mí defensa, te vestías como un niño.
Camila: Esa es una buena defensa... Ahora dime de dónde la sacaste; si descubro que tuviste sexo con una mujer gato... Vas a pasar un mal rato, Dan Evans.
Cecil: ¡Jajajah! Mamá dá miedo- corre a su cuarto riendo.
Dan: Camila, perdóname la vida ¡te lo imploro! Puedo explicarlo ¡lo juro!- suplicando por su vida.
Camila: ¿Ah... sí?- creando una guadaña de agua y apuntando al cuello.
Dan: ¡Cuando llegué a la ciudad cayó un rayo en el hospital! ¡Corrí buscando sobrevivientes pero sólo la encontré a ella!- hablando rápido.
Camila: No... No puede ser- cubriendo su boca.
Dan: Cuando la encontré tenía una navaja enterrada en el pecho, usé mi magia y luego vine hasta acá, pensé que podríamos criarla.
Camila: Qué triste- con lágrimas en los ojos.
Dan: Sé que no es nuestra pero...
Camila: ¡¿De qué estás hablando?!- le empuja la cabeza y le quita la bebé cómicamente- eso no la hace menos, claro que será nuestra hija.
Siempre tan comprensiva, y a la vez peligrosa, por eso la amo.
Camila: ¿Y bien? ¿Ya pensaste en un nombre? ¿O tendré que nombrarla yo también?
Dan: ¡¿Eh?! ¡No lo había pensado!
Camila: Bueno, era de esperarse, ya que tú no tienes uno, me toca a mí elegir... Ya sé, ¡será Alicia!
Dan: ¡Ese nombre no me gusta, no le queda bien!
Camila: Oh~, ¿acaso tienes uno mejor?
Dan: Sí, qué te parece Mine.