Amigos Por Siempre~ (Tú X Maron, Bra y Pan) Lemmon +18

Mis Mejores Amigas

Soy un humano común y corriente, durante mi niñez fui a la escuela como cualquier otro, toda mi vida hubiera tenido un rumbo normal hasta el momento en que entré a mi primer día de clases y me encontré con mis compañeros de clase de mi misma edad, siendo nuevo tomé el primer asiento que encontré y me senté, minutos después entraron dos niñas de mi edad que parecían ya conocerse, una tenía el cabello corto y de color negro con unos lindos ojos del mismo color y la otra tenía el cabello azul celeste y ojos del mismo color también, las dos me parecían muy hermosas pero no me salió el valor para hablarles, sin darme cuenta a los pocos días terminamos siendo buenos amigos y yo tuve unos bueno ratos jugamos con ellas desde pequeño, incluso de vez en cuando saliendo de la escuela salíamos a una pequeña colina para jugar más tiempo.

Todo avanzó en nuestra amistad con mucha normalidad hasta que un día ocurrió algo inesperado, ambas llegaron conmigo algo rojas pero a la vez emocionadas, la primera en reaccionar fue Pan la cuál se acercó a mi mientras estaba sentado en medio de las dos y me robó un beso en los labios, yo me separé muy sonrojado y confundido, no sabía que estaba haciendo o porque lo hacía, además ella después de eso sonrío con los ojos cerrados, luego de eso aprovechando mi confusión Bra movió su cabello con su mano y cerró sus ojos para darme un beso también ella, mi cara estaba totalmente roja para este punto, no sabía que decir ni que hacer, las dos me miraron sonriendo con algo de sonrojo en sus mejillas también, todo fue muy feliz para mí, esos días fueron realmente valiosos, y me hubiera gustado haber tenido más como esos, pero desgraciadamente las cosas cambian de un segundo para otro. Mi padre consiguió un trabajo mejor en otra ciudad y por ende nos tendríamos que mudar dejando a mis únicas amigas para siempre.

Los tres nos reunimos el último día que nos veríamos para despedirnos, cada uno colocó la primer letra de su nombre tallandola en un árbol de la colina en la que nos juntamos y las encerramos con un corazón simbolizando nuestra amistad, prometimos algún día volver a venir a pesar de la distancia. Tristemente pasaron algunos años y esa esperanza se fue perdiendo, imaginé que ellas incluso se habían olvidado de mi, y no las culpaba pues hace años que no nos habíamos dirigido la palabra y ahora que tenía un celular no podía conseguir sus número porque no se los podía preguntar, era muy angustiante, pero como dije antes, las cosas cambian de un momento a otro.

Gracias a una beca pude ingresar a la preparatoria en una preparatoria que estaba hecha gracias a la corporación cápsula, la compañía más grande del mundo y creadora de la mayoría de los avances tecnológicos desde siempre, era emocionante saber que podría estar cerca de la Corporación cápsula, y quién sabe, tal vez algún día incluso podría conocer a la señora Bulma, la actual jefa de toda la corporación.

Para mí primer día ya me había instalado en la ciudad y estaba en dirección a mi primera clase cuando de repente alguien tocó tres veces mi hombro por detrás, yo volteé y entonces fue cuando la ví, era una chica de cabello y ojos negros, llevaba puesta una chaqueta roja y un pequeño turbante naranja en la cabeza, la linda chica me miró diciendo si me acordaba de ella. Al principio me costó pero después de sorprendí cuando me dí cuenta, era Pan, una de mis amigas de la infancia, cómo era posible? Cómo es que me había reconocido? Acaso iba a entrar a la preparatoria conmigo?

Ella me explicó que me había reconocido gracias a mi manera de vestir y a mi peinado que no había cambiado, me dió pena admitirlo pero era verdad lo que decía, Pan parecía muy feliz por haberme encontrado, era aún más linda de lo que recordaba, me tomó de ambas manos y me miraba a los ojos diciendo que se sentía muy feliz de volvernos a ver, desde que nos habíamos separado las cosas fueron muy distintas pero ahora por azares del destino eso ya no sería así. Con rapidez ella me llevó hasta el salón de clases y nos sentamos juntos, la emoción de habernos encontrado era mucha y olvidé preguntar por Bra, Pan me dijo que ella usualmente llegaba tarde a clases pero que en cualquier momento entraría por la puerta, Pan parecía ser una chica muy aclamada en clase pues escuchaba a varios chicos planear declararle su amor un día de esos, y quién no lo haría, siempre había sido alguien muy tierna y amable, eso sin contar que ahora que había crecido era más linda y su cuerpo se había desarrollado bien.

La maestra que estaba por entrar al salón pidió ponernos de pie para recibir a la presidenta del grupo, no era nadie menos que Bra, se había vuelto una hermosa chica con los mismos brillantes ojos azules y al igual que Pan consiguió tener un cuerpo envidiable, había entrado a clase con el uniforme oficial de la preparatoria, cosa que era algo raro porque no muchos lo usaban, tal vez porque era algo no muy necesario. Bra entró dando la bienvenida a la clase y motivando a todos a esforzarse en sus estudios, su mirada iba poco a poco inspeccionando a todos los del salón, pero cuando llegó hasta donde Pan y yo nos encontrábamos se detuvo al instante consiguiendo que su cara se pusiera muy roja y tuviera una mirada en shock, probablemente al verme recordó nuestra amistad cuando éramos pequeños.

Pan tratando de romper el hielo la saludaba moviendo su mano de un lado a otro sin decir nada pero Bra seguía en shock así que la maestra tuvo que continuar con el discurso de bienvenida a la preparatoria para los demás haciendo que ella tuviera que tomar asiento. Terminamos sentados los 3 juntos, yo en medio, Pan a la derecha y Bra a mi izquierda, mientras la maestra empezaba la clase Pan volteó a ver a Bra y le susurró explicando que nos habíamos encontrado al apenas entrar a clases, Bra me interrogó un poco pero después de algunas preguntas se dió cuenta de que realmente era yo, con mucha felicidad en sus ojos ella me abrazó interrumpiendo la clase, la cosa es que por la felicidad se puso a llorar sin importarle que todos estuvieran mirando incluida la maestra, Pan se levantó del asiento para informarle a la maestra que ella lloraba de la emoción por finalmente volverse a ver aunque con una pequeña mueca de vergüenza. Yo procedí a corresponder el abrazo, yo también estaba feliz de volver a verlas a las dos, esta vez no las dejaría ir, no de nuevo.