Con la ilusión reflejada en el rostro, Ámber sonríe complacida mientras le relata a Olivia la forma en que el príncipe Alonzo le solicitó el honor de ser su primera cita en la Selección, ante lo cual, la castaña de cabello rizado suspira cautelosamente sin poder evitar alegrarse por su amiga.
—No sabes cuánto me complace verte tan entusiasmada, deseo con el corazón que mi a veces impertinente primo cumpla con todas tus expectativas.
— ¿Por qué no lo haría?—cuestiona sorprendida mientras rechaza otra opción de vestido que Lane le muestra desde el vestidor, ya que ambas amigas se encuentran disfrutando de la brisa en el amplio balcón de la princesa—Nos conocemos hace tiempo, y creo que siempre he sido clara respecto a mi interés hacia él, atenciones que Alonzo ha recibido gratamente y me atrevería a asegurarte que me corresponde por completo.
—Confío en Alonzo, pero sabes que su ascenso al trono de Italia genera mucha presión en él—suspira recordando las palabras de su primo respecto a las princesas de la provincias europeas—Y sus decisiones pronto estarán llenas de intereses políticos.
—Te confieso que tuve mis dudas al ver todas sus atenciones con la princesa de Francia, pero me tranquilizo al pensar que seguramente todo ello era simple cordialidad, y la forma en que ella se dirige hacia él me deja todavía más tranquila, pues no encuentro el más mínimo interés en su mirada.
—Ansío con el corazón que no te equivoques—sonríe la castaña—Lo que más deseo en el mundo es la felicidad de mis amigos, y de mi querido primo.
Ante sus palabras, el entusiasmo regresa a la pelirroja así como el brillo en su mirada.
—Mi madre fue la primera cita de papá en La Selección, bueno, en realidad fue un encuentro fortuito que ninguno de ellos buscó, pero aún así, ella fue la primera en compartir con él un momento totalmente a solas—suspira—Estoy segura de que esto es una señal, deseaba con el alma ser yo a quien Alonzo eligiera esta noche, y te aseguro que terminará tan encantado conmigo, que cualquier otra chica ante sus ojos le será totalmente indiferente.
—Debes ser precavida, Ámber. Los hombres no aman al ritmo en que amamos nosotras, ni con tal intensidad, aunque no menosprecio sus sentimientos ni su forma de expresarlos, resultan ser muy prácticos al no poseer nuestra misma sensibilidad.
—Ya lo has dicho, aman a ritmo distinto y se enamoran también a su manera, lo único que tengo que hacer es cautivarlo por completo y apartar de mi camino a cualquiera que pueda interferir—sonríe—aunque ya te lo dije, lo enamoraré a tal punto que él mismo se encargará de hacer ver al mundo entero que nadie podría ocupar mi lugar a su lado.
El sonido de unos tacones chocando contra el piso atrae la atención de ambas chicas, quienes voltean encontrándose con la imagen de Lane recogiendo aquel par de zapatillas con rapidez para volver a colocarlas en su sitio. La princesa Ámber se cerciora de la breve mirada que la joven castaña le dirige, ha convivido con Lane el tiempo suficiente para conocer sus gestos y saber cuando está molesta.
—Olivia querida, si me permites aconsejarte algo, creo que sería oportuno que pasearas un poco por el jardín. Estoy segura de que muchos participantes esperan verte para que les concedas el honor de ser su primera cita, estando oculta en mi habitación no hallarás a una pareja digna de tu compañía.
—Tal vez tengas razón, es sólo que ya he hecho planes, aún así gracias por recordarme lo mejor será que me dé prisa.
Se despide dejando un beso en cada mejilla, y al verla marcharse, Ámber se dirige hacia donde se encuentra su doncella, quien sigue buscando el atuendo perfecto a petición de su princesa.
— ¿Te molestó lo que dije sobre el príncipe Alonzo?
—No, alteza, lamento lo ocurrido fui muy torpe, tendré más cuidado.
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La Realeza • En Pausa
FanficVeintiún años después, una nueva Selección está a punto de llevarse a cabo, con un proceso diferente, y con nuevos intereses de por medio. Pues las cosas siempre pueden cambiar, siempre puede haber razones para que lo hagan, ya sea para bien, o para...