七. Capítulo Siete

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- El traje de conejo es en memoria del difunto bolita de algodón -dijo Lisa acomodando el trajecito de su hija, las pequeñas orejas blancas sobresalían de su cabecita de dos meses y sus enormes ojos miraban a todos lados- 

- Tiene muchos moños -dijo Jennie tocando el moño rosa pastel del cuello- pero no puedo negar lo adorable que se ve, heredo mis genes -se mofo con burla, era mentira en gran parte, lo único que compartía con su hija era la sonrisa y el tono de cabello, lo demás era prácticamente igual a Lisa versión bebé- 

- Ya sabes que se parece a mi -puchereo Lisa antes de cargar a la bebé- 

- Me prefiere a mi -sonrió Jennie con sorna-

- Solo porque tu le das de comer -contrataco Lisa y luego soltó una risa viendo a su hija que trataba de pegarse a su pecho para comer- es una glotona, a este paso pronto le saldrán los dientes -

- Tan grande como nació no lo dudo -rio Jennie cargando a su hija y levantándose la camisa para darle de comer la pequeña apenas percibió de que se trataba comenzó a comer- a la primera mordida que me des te dejare sin pecho -amenazo a la pequeña haciendo una mueca de dolor cuando la bebé sorbio demasiado fuerte-

Tratando de apartar la mirada Lisa se recrimino por tener pensamientos impuros de su esposa, la abstinencia la estaba matando y si a eso le sumaba su trabajo era peor.

Mirando atentamente a la bebé Lisa peso en lo adorable que era, como su pequeña muñequita.


(...)

Meses después...

Al abrir los ojos Jennie sintió frío el lado de la cama que compartía con Lisa, algo confundida se levantó sobando sus ojos, el reloj apuntaba a que eran las 6:50 de la mañana.

Así que aún con cansancio se levantó de la cama, seguro Lisa ya estaba lista para irse al trabajo y Jane no tardaría en despertar, necesitaba alimentarla.

La omega castaña arrastró los pies hasta ponerse las pantuflas para entrar al baño y lavarse los dientes, seguidamente salió de la habitación rumbo al cuarto contiguo, llevándose la sorpresa de que Jane no estaba en su cuna.

Rápidamente salió rumbo a la cocina y vio a Lisa apagando el incienso que ponía cada semana en la cajita que contenía las cenizas de bolita de algodón, la pequeña Jane estaba recostada en su mecedora.

— ¿Por qué te despertaste temprano? —Preguntó Lisa dándose La vuelta para ver a su esposa, se levantó de su lugar donde estaba de rodillas para caminar en dirección a Jennie y sentarla en una silla del comedor— deja que te sirva el desayuno —

Tragando saliva Jennie observo a Lisa poner el plato de panqueques frente a ella y luego ir para hablarle a Jane quien se reía con entusiasmo viendo a su madre hacerle muecas.

Jennie terminó de comer después de algunos minutos, justo cuando el reloj señalaba las 7:10 y Lisa recogía su plato para pasarle a la bebé.

La omega se levantó siguiendo a Lisa a la entrada del departamento, la alfa se coloco su saco de trabajo y tomó el maletín con las llaves de la entrada.

— Nos vemos en unas horas cariño —dijo la alfa dejando un beso en su labios y después besar la cabeza de Jane quien permanecía atenta a sus movimientos— Las quiero —

Definitivamente estar con ella había sido la mejor decisión de su vida.

Love Story (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora