Permanecía despierto.
Su sistema le advertía la necesidad de recargar. No iba a ceder para dejársela fácil. Su yo racional peleaba con uñas y dientes en su mente, contra sus decisiones, pero el pasado escrito solo causaba estragos sin solución. La única manera de redimirse sería luchando. Luchando incluso contra esa parte interna suya que lo había conducido hasta ahí.
¿Por qué no disparó?
Lo tenía donde quería.
Se preparó para el momento.
La respuesta...
-Agente Blurr, esperaba su ausencia o su presencia acompañada
-Yo esperaba no encontrarlo aquí
-Dejé mis intenciones claras
- Yo también.
-Desea jugar de nuevo. Dispare.
La actitud permisiva balanceaba su determinación en un baile de inseguridad. Podía analizarlo, pero nunca encontró una explicación certera a tal comportamiento. No había forma que terminará sus sentimientos y su pasado limpiamente, si disparaba a un objetivo sin justificación en ese momento.
-Asumo entonces, que este espacio es nuestro encuentro.
-no, aquí es donde te desconectas y te consumes.
-Blurr, me entristece el odio con el cual se dirige a mí
Su corazón tampoco lo soportaba, porque no sabía, no sabía cual era la verdad y la mentira, en ese espacio desterrado de toda vida cybertroniana, parecía solo aquel Longarm que yacía vívidamente en sus recuerdos
-Señor yo no quería...
¿Qué era de Longarm?
¿Qué era de Shockwave?
Efectivamente sus transmisores no se conectaron lo suficiente para distinguirlos, porque para él no podía ser el mismo.
-Hoy andas agresivo
- ¡Defiéndete decepticon!- ciclos de indecisión lo hizo reconsiderar la estrategia, dejó el arma para enfrentarlo metal a metal.
Longarm lo esquivaba hábilmente cuando trataba de asestarle un golpe.
- No debería llamarme tan despectivamente con esa designación ¿a qué se refiere? -
La posibilidad de que estuviera jugando se la reiteraba mucho.
- Longarm ¡Bájame! -
- ¿Te había sujetado así antes? -
- ¡Nunca!
- Estabas sobrecargado, ahora entiendo porque no comentaste nada al respecto. ¿Recuerdas el banquete aburrido? Te advertí, tomaste de más ¿Cómo crees que llegaste a tu cama? Por obra de Primus, no- rió
- ¡Fuiste tú! Quebraste mi ventana
- Olvidaste el patrón, me toco usar mis habilidades para dejarte en la suavidad de la cama, bien cobijado
Blurr se batía en el aire, Longarm lo tomó de las piernas y empleando su elasticidad lo alejó de sí. Lo llevó hacia arriba.
-Considero oportuno que me agradezcas ahora
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Mentira.
Roman d'amourCruel verdad, tan negada. ¿Por qué? ¿Por qué se dejaba engañar? Longarm nunca existió. Era solo, solo... Un engaño.