03. aomine and kise.

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— ℑ 𝔧𝔲𝔰𝔱 𝔴𝔞𝔫𝔱 𝔱𝔬 𝔟𝔢 𝔶𝔬𝔲𝔯𝔰... 𝔞𝔫𝔡 𝔪𝔞𝔶𝔟𝔢 𝔶𝔬𝔲𝔯 𝔣𝔯𝔦𝔢𝔫𝔡'𝔰 𝔱𝔬𝔬

𖦹 sinopsis: el mejor amigo de tu esposo necesita un paño de lágrimas y tú tienes cara de que le harás olvidar todos sus malditos problemas y es obvio que tu esposo no puede perderse este espectáculo.

𖦹 advertencias: mención de consumo de alcohol, uso de (n)! x personajes.

Aomine se encontraba bebiendo sake en la casa de Kise, su novia lo había cortado porque según ella él era un insensible que solo pensaba en el básquet

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Aomine se encontraba bebiendo sake en la casa de Kise, su novia lo había cortado porque según ella él era un insensible que solo pensaba en el básquet. Ya eran pasadas las 2:30 y el rubio seguía riendo con el moreno.

Estaban bebiendo desde las 10:00, ya estaban lo suficientemente borrachos como para reírse hasta de la polilla que intentaba entrar por la ventana. Aomine miraba la mano de su amigo servirle más sake, específicamente el anillo de oro en su dedo anular.

—¿Y cómo está ella? —preguntó recibiendo el vaso mientras que el rubio jugaba con su anillo.

—Bien, me sorprende que no haya bajado —dijo con nerviosismo rascándose su nuca—. Debe estar cansada...

—Yo siempre he dicho que soy el único que puede vencerme, pero me ganaste en esto, esa mujer es increíble.

—Claro que si, llevamos cinco años de casados y su cuerpo sigue igual que cuando la conocí,  no se quien fue el imbécil que dijo que el matrimonio te hacia mierda —aunque Aomine no se refería a eso la curiosidad lo estaba matando de saber cómo estaría (N) después de cinco años, la última vez que la vio fue en su fiesta de bodas.

—¿Sigue teniendo las mismas tetas que en preparatoria? —preguntó con una sonrisa coqueta.

—Si, mira esto —estiro su brazo hasta al mueble para tomar una fotografía, era ella y él celebrando la fiesta de cumpleaños número 26 de (N) en la playa, exactamente hace tres meses.

Su rostro ya no parecía el de una niña y estaba un poco más delgada pero conservando la figura de una ex modelo.  Ella había renunciado a su trabajo y todo lo que tenía por una vida de ensueños con el hombre que amaba.

—Apuesto a que te la follas todas las noches para tenerla así —dijo sin despegar la mirada de los pechos de la chica.

—Se hace lo que se puede —ambos rieron, pero Aomine paró en seco al ver a la esposa de Kise pasar hacia la cocina sobándose los ojos solo en un pijama de encaje dejando ver toda su anatomía—. ¿Oh princesa te despertamos? Ven a saludar a Aomine aprovechando que estás aquí— ordenó guiñándole un ojo a Aomine.

(N) se acercó en silencio con un galón de leche en su mano, ambos chicos se abrieron de piernas y se apoyaron en los sillones. 

—Con razón escuchaba tanta risa... Hola Aomine —hablo aun adormilada, dándole un beso en la mejilla al moreno, dándole una grandiosa vista de su trasero a Kise, al separarse del moreno, su esposo le indicó que se sentara en su regazo, obedeció y tomo un sorbo de leche—. ¿Y a qué se debe tu visita? No te vi antes de irme a dormir.

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