🩰!! ' Epílogo

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Querido Jimin:

Hace un par de días ha llegado el nuevo año. Ya estamos en enero. Los colores que pintaste empiezan a desvanecerse, pero, ¿quieres que sea sincero? El rojo y el azul aún siguen allí, luchando por permanecer tan brillantes como la primera vez que los pintaste. Y aunque no quiero que se borren, debo admitir que el azul que dejaste en mí, es uno muy doloroso de llevar.

Algunos días siento demasiada añoranza, porque sé que por mucho que desee que algo de ti permanezca en mí, quedan muchos espacios vacíos, espacios que tu tacto no ha logrado tocar aún.

Y es triste.

Es triste porque nuestra historia pudo ser realmente hermosa, si tan sólo tú me hubieras amado como decías amarme. Si no me hubieras olvidado y volvieras por mí, pero ya estamos en enero y sigo sin recibir noticias tuyas.

Yo aún trabajo con tu padre. Jimin, ¿qué estás haciendo tú?

¿Estás feliz con esa chica de la que jamás me hablaste?

¿También la tocas y le otorgas un nuevo color como a mí?

¿Es ella tu nueva obra de arte? ¿Es más hermosa que la que pintaste en mi corazón?

Lo siento, no puedo creerlo.

Sé que nadie puede pintar como lo haces tú, sé que no existe pincel más tierno y dedicado que tu amor, pero no fuiste el único que hizo de esta relación algo precioso. También fui yo, porque yo sé que pese a todo te hice feliz cada día que pasamos juntos. Lo sé porque tu sonrisa siempre fue sincera.

Entonces, ¿qué esperas para venir por mí?

Nadie ha vuelto a tocar mi corazón, así que ven antes de que tus recuerdos se borren de él y tu nombre se borre de mi lienzo.

MYG.

「 Estación final: morado 

Faltan unos cinco minutos para que acabara mi turno en el trabajo. Y faltan unas cuantas horas para que se cumpliera un día más desde que me dejaste.

—Parece que ya no vendrá nadie más y falta poco para las nueve, cerremos por hoy, Dahyun —le dije a la chica que había ocupado mi puesto tras tu partida.

Tal vez no lo sepas, pero tu padre me dio tu puesto. No me disculparé por tomarlo, no lo haré incluso si regresas algún día.

—Está bien, iré a cambiarme y cerraré entonces, tú puedes adelantarte si quieres.

¿Sabes? Algo que me agradaba de ella es que es buena leyendo el estado de ánimo de las personas. Siempre supo entender cuando no me sentía bien y quería irme primero. Justo como ahora.

—Gracias, Dahyun, eres la mejor —sonrío levemente, despidiéndome de ella antes de salir del lugar.

Caminando así por las calles que tienen sombras tuyas por todos lados, no puedo evitar suspirar y añorarte. Aún tengo los recuerdos de nuestro primer beso muy detallados en mi mente e inconscientemente, una sonrisa inexplicable brota de mis labios por ellos. Una pequeña parte de mí no olvida los bonitos matices amarillos que habías dejado en mí tras ese día.

No sé si tú lo recuerdes aún, pero el pequeño departamento en el que vivo queda muy cerca del trabajo. Todavía lo comparto con mi mejor amigo, ¿lo recordarás? En ese entonces, le causamos molestias más de un par de veces...

—Uh, seguramente ni siquiera me recuerdas a mí —me quejo en un suspiro bajito.

—¿Hablando solo de nuevo, bonito? Veo que a pesar del paso del tiempo aún conservas tus manías.

Entonces... me paralicé por completo. Esa voz... es tuya, no puedo estar equivocado. El corazón se me encogió en el peso y luego se soltó a latir con fuerza, sé que es tu voz, pero me niego totalmente a darme vuelta para comprobarlo. ¿Cómo puedo arriesgarme a hacer eso? Ni siquiera me atrevo a creer que después de tanto tiempo es posible que estés aquí.

—¿No vas a saludarme, amor? Pensé que me habías extrañado, yo lo hice —susurras sobre la piel de mi nuca y juro que un ligero temblor recorre mi cuerpo cuando abrazas mi cintura por detrás, apegándome a ti.

—T-Tú... ¿Estás realmente aquí? —mi voz trémula se desliza en el silencio y tras ella, sólo puedo escuchar una corta afirmación—. Tú me dejaste y te fuiste del país para ver a tu prometida, a tu verdadera novia, así que, ¿por qué...? —me atrevo a preguntar con el corazón inestable.

Pego un salto de sorpresa segundos después, no esperando recibir tus besos por toda la extensión de mi nuca, con tus brazos aún tomándome con una fuerza considerable e insegura, como si quisieras eliminar la posibilidad de una huida de mi parte.

—El único novio que yo tengo eres tú, Yoongi —murmuras con esa voz grave que tanto he extrañado. Tus manos bajan hacia mis caderas y me dan la vuelta con cuidado, dejando que mi rostro lloroso quede expuesto frente al tuyo y yo ni siquiera sé cuándo empecé a llorar—. No llores, sabes que odio verte llorar...

—Si lo que dices es cierto, entonces, ¿por qué has tardado tanto en volver?, ¿y por qué te has ido a verla y no me has dicho nada?

—Lo siento. Ella era mi mejor amiga de la infancia, cuando éramos pequeños en algún momento quisimos casarnos y a raíz de ello, nuestros padres, creyeron que comprometernos era una buena idea. Mas yo no le tengo amor de pareja desde hace mucho tiempo y ahora que ambos somos mayores y sus padres me invitaron a visitarles, creí que era una buena oportunidad para cancelar el compromiso y dejar en claro algunas cosas.

—Pero pudiste decirme, debiste ser sincero conmigo...

—Lamento no hacerlo. Yo... no supe cómo decirte, temía ver tu reacción. Pensé en decirte una vez que regresara pero las cosas se complicaron un poco y me tuve que quedar más tiempo del planeado y perdí mi celular —hiciste una mueca, suspirando antes de llevar tus manos a mi cabello con esa mirada triste. Y si no te conociera tan bien, creo que no podría perdonarte. Aunque, aún no pienso decirlo—. Yo recibí tu carta, mi padre la mandó a casa de mi tía y ella me la dio.

Ante esa noticia, no puedo evitar mirarte con sorpresa, y por un momento, no sé cómo reaccionar. Cuando dejé aquella carta en el buzón de tu casa, tuve una vaga esperanza de que tu padre te la hiciera llegar. Pero al ver que pasó una semana y nunca respondiste, pensé que nunca llegó a ti.

—¿La leíste? —pregunto, sintiéndome avergonzado al recordar todo lo que escribí en esa carta.

En respuesta, tú sólo sonríes. Lo haces tan hermosamente como siempre, haciendo mi corazón latir con fuerza. —Claro que sí, y no sabes como lamento no ser un mejor pintor para evitar dejar un color tan doloroso en una belleza como tú, Yoongi.

Con toda la vergüenza cohibiéndome, niego, abrazándome a tu cuello para recuperar la valentía que siento que he perdido tras saberme expuesto.

—No tienes que hacer eso, sólo tienes que quedarte a mi lado y pintar colores dulces sobre los agrios, Jimin —susurré a centímetros de tus labios, rozándolos ligeramente con los míos. Es una invitación, es una invitación a que me beses.

—Bien, entonces haré eso... —musitaste justo antes de unir nuestros labios en un delicado baile que se me hizo eterno.

Y tus labios empezaron a mezclar suavemente los dos últimos colores que habías dejado en mí. Suavizando el agrio sabor que me daba el azul y combinándolo con lo dulce del rojo.

Entonces me mostraste un nuevo color, y esta vez mi corazón fue pintado de un agridulce morado.



paint me ও jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora